En plena época de epidemia, los médicos insisten en la importancia de prevenir la gripe para evitar caer en esta enfermedad tan común y molesta. Su transmisión se produce de persona a persona, desde un día antes de manifestarse los síntomas hasta días después de desaparecer estos. El contagio suele producirse a través de las manos o del aire, cuando las secreciones de alguna persona infectada entran en contacto con nuestras mucosas respiratorias, bucales o conjuntivas (nariz, boca y ojos).
Si bien los más vulnerables a la gripe son niños, mayores, embarazadas y personas con enfermedades respiratorias o del sistema inmune, ya que pueden sufrir complicaciones peligrosas, estos colectivos suelen ser vacunados cada año en las campañas sanitarias contra la gripe. Los virus que causan la gripe van cambiando cada año, por lo que las vacunas también deben hacerlo.
Si no estamos vacunados, ¿cómo prevenir la gripe aún cuando estamos rodeadas de personas contagiadas? Toma nota de estos consejos.
– Lávate las manos con frecuencia: es quizá la medida más sencilla de tomar y que mejores resultados nos da a la hora de prevenir el contagio de la gripe. Eso sí, no vale solo con meter las manos debajo del grifo. Hay que hacerlo con detenimiento y de forma exhaustiva. Además, no es necesario que esperemos a tener suciedad en las manos para lavárnoslas. Basta con que hayamos estado en ambientes públicos, en contacto con objetos que han tocado más personas, etc. Si no tienes posibilidad de hacerlo con agua y jabón, lleva contigo un desinfectante para manos.
– Ventila la casa: tanto si convives con alguien que ya padece la gripe como si no hay síntomas en casa, es mejor prevenir aireando cada mañana las estancias durante al menos cinco minutos. Si temes que con esta acción se vaya el calor acumulado en casa, ventila una habitación cada vez con la puerta cerrada.
– Mantén tu hogar desinfectado: en época de gripe, conviene ser exhaustivos con la limpieza de la casa procurando incidir en la desinfección de aquellas zonas u objetos que comparten quienes ya padecen la enfermedad y quienes no. La cocina, el lugar en el que se come y las toallas y utensilios del baño, son susceptibles de estar contaminados. Evita también la acumulación de pañuelos de papel usados por la casa-
– Abrígate adecuadamente: procura evitar fuertes contrastes de temperatura para prevenir la gripe, normalmente favorecidos por la transición entre los lugares con calefacción alta y el exterior. Protege sobre todo, nariz, boca y garganta.
– Alimenta tus defensas: una dieta sana y equilibrada está relacionada con la vulnerabilidad que tenemos ante la gripe. Mantén el aporte de frutas, verduras, legumbres y pescado para evitar caer en la gripe con facilidad. También es importante mantener a raya el estrés, garantizando el descanso diario.
– Haz ejercicio: en la misma línea, el ejercicio moderado diario te ayudará a oxigenar mejor tu organismo y mantener una circulación óptima.
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