Todos los expertos coinciden en que una cena saludable resulta imprescindible si queremos perder peso o mantenernos en el ideal. A su vez, la mayoría coincide en que no resulta positivo saltarse esta comida, ya que lo más probable es que esto provoque una mayor sensación de hambre y ansiedad a la mañana siguiente.
Sin embargo, un control calórico adecuado durante la cena nos permitirá alcanzar nuestro peso ideal y mantener una dieta saludable. Pon en práctica estos consejos para conseguir que tus cenas sean completas y saludables:
Utiliza cocciones sanas: alimentos hervidos, cocidos o la plancha son más indicados para el momento de la cena. Por la noche olvida los fritos, los guisos pesados y las salsas.
Sí a las proteínas: la cena es un momento ideal para aportar proteínas a nuestra dieta. Pueden ser carnes blancas como pollo o pavo preparadas de forma saludable, pero también huevos o pescados en formatos ligeros.
Pescado, ideal para la cena: excepto las frituras, el pescado es una excelente opción para la cena. Resulta ligero y nos aporta la dosis necesaria de proteínas. A la plancha, al horno o hervido, podemos acompañarlos de ensaladas, verduras o hidratos para elaborar una cena sana y nutritiva.
Nada de azúcares, harinas o embutidos: deja los alimentos de absorción rápida para otro momento del día y evita el pan, la pizza, la empanada, los platos de pasta y, por supuesto, la bollería. por su alto contenido en grasa, el embutido ha de ser descartado también en las cenas.
Hidratos de carbono, en pequeñas cantidades: el arroz, la pasta, las legumbres, los cereales o la patata (cocida) se pueden incluir en las cenas, pero solo en cantidades pequeñas a modo de acompañamiento. Resultan ideales para saciar y son preferibles en sus versiones integrales.
Incluye verduras y frutas: no deben faltar en ninguna cena, ya sea como plato principal o acompañamiento. Puedes aprovechar las verduras como guarnición o preparar ensaladas que incluyan frutas. También puedes optar por ensaladas a modo de plato único que incluyan proteínas saludables.
Lácteos desnatados: pueden servir a modo de postre o acompañamiento, ya sea queso, yoguro o leche.
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