Por muchos veranos que pasen, volver de las vacaciones e incorporarse de nuevo a la rutina del trabajo, los horarios, los colegios y las tareas diarias siempre supone un trance por el que todos debemos pasar. Si las vacaciones han sido buenas, lo lógico es sentir cierta nostalgia al dejarlas atrás, así como una sensación de tristeza en los primeros días. Es lo que comúnmente se denomina depresión post-vacacional.
Los síntomas más habituales suelen ser la apatía, la falta de motivación en el trabajo, el cansancio e incluso cierta desorientación. También, dependiendo de cada tipo de trabajo o de lo que nos encontremos al volver de las vacaciones, podemos sufrir cierta ansiedad o estado de nerviosismo. En ello influye mucho el nivel de satisfacción que tenga cada persona en el desempeño de su puesto de trabajo. No es lo mismo regresar tras las vacaciones a un trabajo que nos motiva y nos hace sentirnos realizados que hacerlo cuando lo detestamos.
La causa de este síndrome post-vacacional es la alteración de la rutina diaria que se produce durante las vacaciones: no tenemos horarios, improvisamos frecuentemente, nos alejamos del entorno que nos rodea habitualmente y, en definitiva, cambiamos de vida durante aproximadamente un mes.
Para poder afrontar esa primera semana de trabajo de forma más llevadera, te proponemos algunos consejos y trucos sencillos:
– Evita volver de vacaciones justo el día antes de incorporarte al trabajo. Si estás un par de días antes en casa, la transición a la rutina será más progresiva y notarás menos en contraste.
– Reincorpórate en una «semana corta»: si es posible configurar así tus vacaciones, evita empezar a trabajar un lunes, ya que la semana se te presentará como larga y tediosa. Es mucho más sencillo incorporarse un miércoles o un jueves, cuando el fin de semana se ve mucho más cercano.
– Empieza a madrugar antes de incorporarte al trabajo: si uno de tus grandes problemas es el de volver a madrugar a diario, vete adelantando la hora de levantarte en los últimos días de vacaciones. Después retomar los horarios rutinarios te será más fácil.
– Aprovecha los días de buen tiempo que quedan para disfrutar el tiempo restante al salir del trabajo: puedes escaparte a la playa o realizar alguna actividad que te guste y te suponga cierta liberación. Practicar deporte hará que tu cuerpo produzca serotonina, haciendo un poco más feliz tu vuelta a la rutina.
– Duerme lo suficiente: el descanso será clave a la hora de encontrar fuerzas en el día a día tras las vacaciones. Intenta volver a tus horarios de sueños días antes de incorporarte al trabajo.
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