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¿Cuál es el embutido más sano?

31/10/2016
Cuál es el fiambre y el embutido más sano

Los embutidos son alimentos muy asentados en nuestra cultura gastronómica, aunque sabemos que abusar de ellos no es recomendable a la hora de seguir una dieta saludable. Aún así, como en casi cualquier categoría de alimentos, siempre podemos optar por versiones más saludables para el día a día y dejar las menos recomendables solo para ocasiones puntuales.

Se considera embutido aquel derivado de carne (picada o no) que se condimenta con especias y se prepara introduciéndolo en tripa de animal (natural o artificial) para someterlo a un proceso de curación. Dependiendo del origen de la carne, podemos encontrar embutido de carne, sangre, vísceras o fiambre.

Es el caso del chorizo, el salchichón, el lomo embuchado, el fuet, la salchicha, la longaniza, la morcillas o la sobrasada. La morcilla, por ejemplo, estaría dentro de la categoría de embutidos obtenidos de sangre, mientras que la longaniza se obtendría de vísceras.

Por su parte, se considera fiambre al tipo de carne procesada, asada o cocida que suele presentarse en frío y en lonchas a la hora de su consumo. Es el caso del jamón de york, la pechuga de pavo y pollo, la mortadela, el chopped, etc. Al no requerir secado ni curación, su proceso de elaboración es más breve, por lo que su coste es reducido en comparación con el resto del embutido. Esto implica además que deben conservarse en la nevera y que tienen un período de caducidad breve, especialmente una vez abiertos. El fiambre, como alimento procesado se elabora añadiendo féculas, azúcares, sal, aromas, estabilizadoras y conservantes, entre otros ingredientes añadidos a la carne del animal, que debe estar presente en un porcentaje predominante.

Hay una tendencia popular a incluir el jamón serrano o ibérico dentro del embutido, que se obtienen de la salazón y secado de las patas del cerdo, por lo que pertenecería a la categoría de salazones. Sin embargo, tiene sentido incluirlo en el análisis de qué embutidos son más sanos para nuestra dieta. Sin embargo, cada vez más, tenemos la opción de buscar las alternativas de fiambres con recetas bajas en sal que se anuncian en las etiquetas de los envases.

El embutido más sano

Cuál es el fiambre y el embutido más sano
Por lo general, embutidos y fiambres suelen ser igual de ricos en proteínas que en grasas saturadas, colesterol y sal. Por tanto, no conviene que el embutido se convierta habitualmente en el aporte de proteínas diario que nuestra dieta necesita. Aunque no todos los embutidos contienen la misma cantidad de grasa:

Salchichas, morcillas, chorizos y mortadelas suelen ser los embutidos que más porcentaje de grasas saturadas aportan. Por tanto, si queremos llevar una dieta saludable, han de ser los de consumo más esporádico.

Jamón serrano, jamón de york, pavo y pollo estarían en el extremo contrario, por contener más porcentaje de carne que de grasa y, por tanto, ser más magros. Especialmente el fiambre del pavo es que que menor grasas aporta, en torno a un 1%. En el caso del jamón ibérico, si bien el porcentaje de grasa es mucho mayor, se consideran grasas saludables (monoinsaturadas).

Por otra parte, el sodio es otro de los ingredientes a tener muy en cuenta a la hora de controlar el consumo de embutidos y fiambres. Se calcula que por cada 100 gramos de embutido hay presentes unos 200 mg de sodio, por lo que se convierte en un alimento contraindicado en las dietas bajas en sodio. Además del sodio, los embutidos suelen ser fuente de potasio, hierro y fósforo.

Con todo esto, la recomendación de las autoridades sanitarias es consumir como máximo una o dos veces por semana embutido y siempre eligiendo las variedades más magras y con menos sodio. Este nivel de consumo, combinado con una dieta quilibrada y ejercicio regular, se considera inofensivo para nuestra salud.

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