En Navidad, nos encanta reunirnos en familia o con amigos en torno a la mesa para disfrutar de ricos manjares preparados con cariño con motivo de las diferentes celebraciones. Las comidas y cenas se alargan y tienden a ser más copiosas que las del resto del año, dando lugar muchas veces a problemas de acidez y digestión pesada. La digestión lenta, la sensación de hinchazón, el ardor estomacal e incluso las náuseas son síntomas de una digestión pesada que puede arruinarnos un día de celebración.
Aunque normalmente seamos moderados en las comidas, durante las navidades es difícil resistir la tentación de tantos y tan variados bocados. Entonces, ¿cómo evitar que lo que debería ser una agradable jornada con la gastronomía como centro se convierta en un calvario para nuestro estómago? Toma nota de estas recomendaciones que te sugerimos para evitar una digestión pesada durante las grandes celebraciones de Navidad:
1. Si sabes que vas a participar en una comida o cena especial, come adecuadamente durante el resto del día, siguiendo la regla de las cinco comidas: desayuno, almuerzo ligero, comida, merienda ligera y cena. De esta manera, si se prevé que la comida o la cena vaya a ser copiosa, evitarás llegar con ansiedad a la mesa y te será más fácil resistirte al atracón.
2. Si durante la comida copiosa te apetece probar de todo, sírvete pequeñas cantidades siempre en el plato para controlar lo que vayas comiendo. A ser posible, sírvete de una vez todo lo que vayas a probar para calcular mejor las cantidades.
3. Evita repetir, a menos que hayas decidido prescindir de algún plato y te decantes solo por lo que repites. En cualquier caso, hazlo con moderación. Recuerda que al final de las comidas suelen presentarnos dulces apetecibles y a veces vale la pena reservarse.
4. Si te presentan una variedad de entrantes y tienes que elegir, decántate por los más ligeros y bajos en grasas. Cuantos más alimentos grasos consumas, más posibilidades tendrás de sufrir una digestión pesada.
5. Evita el alcohol en lo posible, ya que también contribuye, ya que también contribuye enormemente en las digestiones molestas. Igualmente, acompañar las comidas copiosas con bebidas gaseosas no suele ser buena idea. Agua como base y una copa para brindar será una opción mucho más recomendable.
6. Procura no picar antes de la comida o la cena en cuestión. Si ya esta se presenta copiosa comenzar picando o bebiendo antes de los entrantes será una pésima idea, especialmente si pretendemos degustar todo lo que se nos pone por delante.
7. Come despacio, degustando bien cada bocado y masticando adecuadamente para evitar la mala digestión. Además, a veces comiendo más lentamente conseguimos saciarnos antes y no caer en el exceso.
8. Llegado el momento del café, es mejor optar por una infusión digestiva que nos ayude a pasar una sobremesa más agradable.
9. Si al llegar al postre te sientes lleno, no te fuerces. Siempre que sea posible, es recomendable optar por una fruta digestiva como la piña, la papaya o el kiwi.
10. Evita tumbarte o recostarte justo después de la comida o la cena, ya que esto solo fomentará la acidez de estómago. Si es posible, una vez hayas terminado de comer y hayas reposado, plantéate dar un paseo para bajar la comida. Tu digestión te lo agradecerá.
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