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Diez consejos para no cometer excesos con la dieta en Navidad

12/12/2014

Durante la Navidad, las cenas de empresa y las grandes comilonas típicas de las fechas señaladas pueden dar a traste, no solo con nuestra línea, sino con el equilibrio en nuestra salud y alimentación. Las digestiones pesadas, el malestar corporal y hasta las resacas pueden impedirnos disfrutar de estas fiestas como pretendemos.

Por ello, es necesario que planifiquemos bien nuestras comidas y tomemos una serie de medidas que eviten que caigamos en los excesos habituales de las comidas y cenas navideñas:

Compra lo justo: a la hora de aprovisionar nuestras despensas para las fiestas navideñas, es muy común que nos dejemos llevar por el exceso en los supermercados, donde todo está dispuesto de forma que parece necesario e indispensable. Igual que si de un cumpleaños se tratase, restringe los “caprichos” a las fechas señaladas: Nochebuena y Navidad, Nochevieja y Año Nuevo o Reyes. Si compras teniendo en cuenta solo esos días y no todas las navidades, la dosis será más apropiada y no estarás dos meses comiendo turrón.

No cocines demasiados platos: elige un menú cerrado y moderado para evitar terceros y cuartos platos. Para lucir la vajilla no es necesario comer en exceso.

Complementa los platos: si decidís comer entrantes, procurad que sean a base de ensaladas e ingredientes ligeros, para evitar que la comida en general sea demasiado pesada. Si hay algún plato especialmente graso, compénsalo con otro más sano de primero o segundo, o poniendo una guarnición baja en calorías.

Reduce las raciones: si tienes pensado acabar la comida o la cena con dulces y turrones, reduce las cantidades de primeros y segundos platos, para equilibrar la ingesta en proporción a lo habitual.

Mantén el horario habitual: las grandes comilonas suelen ser motivo de desorden en horarios y hábitos alimenticios durante la Navidad. Esto puede pasarnos factura y provocar trastornos en nuestro cuerpo. Trata de comer en las cantidades y horarios habituales.

Controla el alcohol: las celebraciones navideñas suelen ir acompañadas de alcohol, sean a la hora que sean. Consumido con exceso durante estas fechas, no solo engorda sino que resulta muy perjudicial para la salud de nuestro cuerpo, que tanto tratamos de cuidar el resto del año. Suprime el alcohol siempre que puedes (en horarios en los que nunca bebes, por ejemplo), combínalo con haga siempre que tomes copas y toma un poco de buen vino en las comidas. Trata de evitar las copas después de las comidas y cenas para poder disfrutar de las celebraciones sin malestares.

No te olvides de la fruta: aunque en algunas comidas incluyas el turrón o los dulces, debes seguir tomando fruta, por ejemplo, entre horas. Te ayudará a fortalecer las defensas, tener buenas digestiones y mantener en orden tu tránsito intestinal.

Compensa las comilonas: si has comido más cantidad de lo habitual durante una comida, aligera la siguiente con un plato ligero como una ensalada o un pescado a la plancha.

Mantén tu rutina de ejercicio: en estas fechas más que nunca es imprescindible que mantengas tu actividad física diaria, ya sea caminar, correr, ir al gimnasio, etc. Conseguirás contrarrestar los excesos puntuales y que la cuesta de enero se haga menos dura en lo que al cuerpo se refiere.

Prueba de todo, poca cantidad: si la comida consta de múltiples platos y deseas probarlos todos, prepara uno con pequeñas cantidades de todos ellos para controlar lo que comes. Si llenas cada vez el plato con una cosa diferente, acabarás comiendo en exceso.

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