Los meses de otoño e invierno, incluso los de primavera, son especialmente favorables para la aparición de gripes y resfriados en casa. Los niños suelen caer enfermos porque juegan en la calle a bajas temperaturas, porque no se abrigan lo suficiente o porque les contagian otros, por ejemplo.
Parece inevitable que cada año los nuestros padezcan al menos una vez esos incómodos resfriados, e incluso caigan en un proceso gripal agudo que les lleve a estar varios días en cama, trastornando la rutina diaria de trabajos, escuela y actividades extraescolares.
¿Cómo prevenirlos? Está más que demostrado que una dieta sana con alimentos saludables que aporten todos los nutrientes y vitaminas necesarios puede inmunizar nuestro organismo contra este tipo de enfermedades comunes y, por lo general, inoportunas. Ayuda a tu familia a prevenir los resfriados manteniendo los siguientes hábitos:
- Alimentación rica en vitaminas: la vitamina C es el mejor «medicamento» contra los catarros. Que no falte en su dieta el zumo de naranja diario (añade de vez en cuando limón y miel), ni otras frutas como mandarinas, kiwis, plátanos, fresas o piñas. Procura incluir también en su menú diario verduras que aporten la dosis de vitamina A (entre otras) que necesita nuestro organismo para estar protegido: espinacas, brócolis, ajos, zanahorias, acelgas, puerros, etc. Completa su alimentación con legumbres, carnes y pescados, así como al menos un yogur diario que estimule el sistema inmunológico a través de la flora intestinal.
- Suficientes horas de sueño: el descanso es esencial a la hora de prevenir enfermedades. Intenta que todos los miembros de tu familia duerman al menos ocho horas diarias para evitar que disminuyan sus defensas como consecuencia de un mal descanso.
- Deporte diario: el ejercicio es otro hábito fundamental para permitir el desarrollo de nuestro sistema inmunológico. Un cuerpo acostumbrado a la actividad física está más inmunizado ante los resfriados.
- Controlar el estrés: cuanto más estresado estés, más fácilmente caerás en el resfriado. Practicar actividades como el yoga o el pilates no solo favorecerán la disminución de la tensión y el agotamiento en tu vida diaria, sino que además te proporcionarán una dosis de ejercicio físico necesaria para mantener alerta nuestro sistema inmunológico.
- Evita los cambios drásticos de temperatura en casa: demasiado calor, en invierno, o demasiado aire acondicionado en verano, pueden ser el caldo de cultivo ideal para un resfriado. Trata de mantener una temperatura ambiente intermedia (20-22º) y ventila siempre que puedas las estancias de la casa.
Además, en épocas de gripe es recomendable poner especial cuidado en la higiene de manos y rostro, así como en la de las toallas o sábanas, para evitar cualquier contagio entre los miembros de la familia.
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