El acné es un problema muy común de la piel que se manifiesta generalmente durante la juventud debido a los cambios hormonales, pero que puede persistir durante la edad adulta por diversas causas. Las personas que padecen el acné, más o menos agresivo, en su rostro suelen tomar medidas como acudir al dermatólogo, utilizar cosméticos apropiados, mejorar la limpieza del cutis o someterse a tratamientos médicos. Sin embargo, no es muy común que las personas con acné tomen medidas en lo que respecta a su alimentación para evitar los brotes.
¿Hay alimentos que pueden hacer que nuestro acné empeore? Aunque tradicionalmente ha sido un tema controvertido, ya hay numerosos estudios serios (como este) que avalan el impacto directo de la dieta sobre el comportamiento de algunos tipos de acné, sobre todo, aquellos que persisten en la edad adulta. En concreto, los resultados más repetidos de estos estudios indican que son los alimentos con carbohidratos refinados (azúcares y cereales refinados) y los lácteos (especialmente leche desnatada), los que son capaces de empeorar los brotes de acné.
Esto no significa que beber leche o comer pan nos vaya a causar acné si no lo padecemos, pero sí lo puede agravar si lo sufrimos de forma crónica y con frecuentes brotes.
El doctor Loren Cordain, de la Universidad de Colorado, fue uno de los pioneros en demostrar la relación entre el consumo de hidratos de carbono refinados y el empeoramiento del acné. Por su parte, Adebamowo y Col también demostraron la asociación entre el consumo de leche y sus derivados con el agravamiento del acné.
Grupos de alimentos que empeoran el acné
En función de estos estudios, se concluyen que alimentos como los siguientes podrían agravar el estado del acné en algunas personas:
Lácteos: leche, quesos, sorbete, batidos, helados, yogures, etc. Descubre qué otros alimentos de la dieta proporcionan calcio a nuestro organismo además de la leche.
Carbohidratos:
– Alimentos con azúcares procesados: refrescos, golosinas, galletas, pasteles, patatas fritas de bolsa, chocolates, mermeladas, azúcar, zumos envasados, cereales de desayuno, bebidas alcohólicas, frutas en almíbar, algunas salsas como el hetchup
– Harinas y cereales procesados: pan blanco, pizza, arroz blanco, pasta blanca y los cereales refinados.
En su lugar, dentro de la lista de carbohidratos resultan beneficiosas las verduras, las frutas, las legumbres, los cereales integrales y sus harinas (pastas, arroces, las semillas y las nueces.
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