En el verano estamos en continuo contacto con el agua -para refescarnos, en la playa, en la piscina…-, por lo que inevitablemente estamos exponiendo nuestros teléfonos, que son ya un complemento inseparable de nosotros, a riesgos… Si tu móvil cae al agua -y no es sumergible- tienes un problema grande, ya que es muy difícil conseguir que éste «sobreviva», pero no imposible… Para ello debes seguir a rajatabla los siguientes consejos, y por supuesto tener suerte de que al sumergirse en el líquido elemento no se hayan visto afectados totalmente sus circuitos.
No pulsar los botones
Es un acto casi reflejo cuando lo sacamos del agua: querer comprobar si los botones del teléfono continúan respondiendo «para saber si funciona». Sin embargo, la realidad es que esto puede multiplicar las posibilidades de extender más el agua en el interior del dispositivo.
Quitar fundas y accesorios
Para facilitar un secado más rápido y directo es necesario retirar cualquier funda, protector y demás accesorios que tengamos acoplado al teléfono.
Extraer rápidamente la batería -si es posible-
Si tu terminal cuenta con batería extraíble no pierdas un segundo: retírala rápidamente y sécala con esmero con cualquier tipo de paño que esté totalmente seco.
Secarse en un bote con arroz
Quizás lo hayas escuchado alguna vez y te podía parecer ridículo, pero la realidad es que es una técnica realmente imprescindible para tener posibilidades de salvar el teléfono: después de secarlo con esmero y celeridad, meterlo en un recipiente lleno de arroz -junto a la batería ya seca, pero siempre por separado- durante 24/48 horas. Los granos actuarán como una esponja absorbiendo la humedad incluso del interior del dispositivo. Eso sí, debes vigilar que los granos no se introduzcan de forma accidental por las conexiones de carga o la toma de auriculares. Tras ese periodo de tiempo ya puedes volver a intentar encenderlo.
Qué no hacer nunca
Pese a que creas que es mejor hay una serie de acciones que no debes hacer bajo ningún concepto por seguridad, ya que éstas pueden terminar provocando un problema mucho mayor, como utilizar una fuente de calor directa sobre el teléfono -no se debe usar jamás un secador de pelo-, meterlo en el microondas o enchufarlo a la corriente eléctrica, ya que pueden producir cortocircuitos o la explosión de la batería debido a sus componentes químicos.
Última opción: el servicio técnico
Si esto no ha funcionado deberás llevar el teléfono al servicio técnico. Ya te avisamos que como norma general esto no lo cubre la garantía, y no es una reparación barata ni mucho menos, aunque quizás si te salga más económico que comprar otro dispositivo. Nuestro consejo es que no intentes mentir para que la garantía te cubra la reparación diciendo que el terminal no se ha caído al agua, porque ya prácticamente todos los servicios técnicos tienen métodos para saberlo…
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