Los olores y aromas también marcan la identidad de una casa. No solo una decoración coherente y con buen gusto define el hogar. Una estancia bonita, dentro de un ambiente de olor dudoso o poco agradable suele enturbiarla y destrozar la primera impresión que le causa a nuestros invitados. Y es que los olores son inevitables en las casas habitadas, que están ‘vivas’ y en cuyo interior suceden cosas: preparamos la comida, vamos al baño, abrimos las ventanas -para bien y para mal-, hay mascotas, y en el peor de los casos, fumamos. Toda esta amalgama de olores resulta poco acogedora y desagradable, pero los habitantes no suelen percatarse de ello porque el sentido del olfato se acostumbra. ¿Qué sucede cuando visitamos otros hogares? ¿No es cierto que percibimos los olores y aromas -buenos o malos-con más intensidad?
Si queremos que en nuestro hogar exista un ambiente agradable, aromas que definan su identidad y que neutralicen los hedores, toma nota de estos consejos para optimizar al máximo los resultados de ambientadores y perfumes. ¿Qué tipo de aroma es el más adecuado para cada estancia, qué producto utilizo y dónde lo coloco?
1. Recibidor y pasillo: son puntos estratégicos ideales para perfumar y generar una continuidad con el mismo aroma. Por ejemplo, si el recibidor da a una estancia principal, como el salón, y/ o se abre a un pasillo, coloca ambientadores idénticos para crear un ambiente uniforme y sereno que neutralice los olores que llegan desde la cocina o los baños. En este entorno se recomienda un perfume intenso, pero fresco: hierbas naturales, lavanda, té verde, aloe vera, cítricos, frutas tropicales… Si quieres preparar un ambientador casero, mezcla unas gotas de aceites esenciales concentrados -que puedes encontrar en herboristerías- con agua. Coloca la mezcla en un recipiente e introduce unas varillas o palitos de madera a modo de mikados. Con la cantidad sobrante llena un pulverizador y utilízalo con cierta frecuencia para reforzar el ambiente aromático.
2. Cocina: un buen absorbente de olores -además de una correcta ventilación y la utilización de la campana para eliminar los humos-, es la mejor opción para la cocina, donde tiene que reinar la neutralidad más absoluta. Un buen remedio casero es mezclar agua con vinagre y colocarlo en un recipiente agujereado sobre la encimera. Esta combinación también es apta para pulverizar y limpiar las superficies de los muebles, con lo que logramos el doble objetivo de eliminar grasa y suciedad, y acabar con malos olores. Para preparar la fórmula, tiempla un vaso de agua y diluye medio de vinagre de vino de toda la vida, o de manzana. A esta mezcla se le añaden dos vasos más de agua y se agita en un frasco o pulverizador, y ya tenemos un neutralizador de olores y limpiador casero de lo más eficaz.
3. Baños: para los baños es conveniente siempre decantarse por un aroma lo más fresco y limpio posible. Los ambientadores de enchufe con regulador -de máximo a mínimo- son muy eficaces y capaces de neutralizar la peste y olor a humedad. En la taza del váter también es aconsejable, además de una correcta desinfección, utilizar algún producto ambientador y que lo mantenga limpio durante más tiempo. otro truco que funciona muy bien es depositar unas gotitas de aceites esenciales concentrados detrás del inodoro y el vidé. Las velas aromáticas son otra opción, no solo eficaz, sino también muy relajante en momentos determinados, como cuando nos damos una ducha relajante para terminar el día, antes de dormir. También puedes consultar: Trucos para aromatizar el baño
4. Dormitorios: ¿cómo perfumo el dormitorio de forma agradable y sencilla? en estas estancias se recomienda crear ambientes relajantes que nos ayuden al descanso y a conciliar el sueño. Perfumes florales como la gardenia y el jazmín son muy apropiados y además de elegir suavizantes para la ropa de cama en esta línea aromáticas, podemos empapar bastoncillos y pasarlos suavemente por sábanas y almohadas. También podemos perfumar bolitas de algodón y colocarlas en puntos estratégicos para que cuando entremos en la habitación nos invada ese aroma agradable.
Ni que decir tiene, que el buen olor en una vivienda comienza por una correcta ventilación de todas sus estancias y una limpieza eficiente. No podemos pretender que nuestra casa huela bien si no cumplimos con la tarea esencial de mantenerla limpia y ordenada. Una vez que hagamos estos deberes, perfumar el hogar será el complemento perfecto.
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