Aunque muy resistente, la lana es un tejido delicado cuyo mantenimiento requiere unos cuidados especiales. Tanto a la hora de lavar, como de tender o planchar prendas de lana, debemos tener en cuenta una serie de consejos para no desvirtuar su forma. Normalmente nos surgen más dudas a la hora de planchar prendas de lana, ya que al pasar por la lavadora, este tipo de tejido tiende a apelmazarse y deformarse, perdiendo su aspecto original.
¿Sabías que con la plancha puedes devolver el aspecto original de las fibras de lana de tus prendas? Toma nota de estos consejos para conseguir los mejores resultados sin dañar el tejido:
– Una de las precauciones que debes tomar cuando planches ropa de lana es la de procurar no aplicar presión sobre el tejido con la plancha. De hecho, lo ideal es deslizarla sin apenas tocar la lana, para respetarla al máximo.
– Como las prendas de lana saldrán de la lavadora un tanto deformadas, debemos darles forma con las manos sobre la tabla de planchar y a continuación aplicar vapor a una distancia de un centímetro aproximadamente para que la forma se vaya fijando en cada pasada.
– La temperatura recomendable para planchar prendas de lana no debe superar los 110º para evitar dañar el tejido. Algunas planchas indican entre sus funciones un programa de planchado de lana, con lo que solo tendrás que seleccionarlo para conseguir la temperatura apropiada.
– Otra precaución a tener en cuenta es la de planchar las prendas de lana del revés para no deteriorar el tejido y evitar que aparezcan brillos. Una técnica para planchar la ropa de lana más delicada que tengamos en casa de forma segura y eficaz es dar la vuelta al tejido y colocar un retal de tela de lino entre la lana y la plancha, de forma que no haya contacto directo del tejido con la suela de esta. Esta técnica es útil para prendas de lana con elementos decorativos como abalorios, que puedan entorpecer el proceso de planchado.
– También podemos planchar con vapor las piezas de lana colgadas en una percha. Es el caso de vestidos, chaquetas, jerséis, etc.
– Un truco para que tus prendas de lana queden como nuevas es plancharlas cuando aún están ligeramente húmedas. Así el calor de la plancha generará más vapor procedente de la humedad de la prenda y será más sencillo que recupere su forma original. Si tu prenda se ha secado por completo antes de plancharla puedes pulverizarla con un poco de agua para conseguir este planchado fácil.
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