Aunque la piscina requiere de cierto mantenimiento durante todo el año, la mayoría de lo dejamos siempre para el último momento, cuando el calor aprieta y nos apetece darnos un baño. ¡No hay problema! En este artículo os dejamos una completa guía acelerada para poner a punto tu piscina de cara al verano y disfrutar del agua en condiciones óptimas.
Cómo limpiar la piscina
Antes que nada, debes comprobar que la piscina no ha sufrido ningún desperfecto durante el inverno. Los más comunes son teselas y azulejos desprendidos, y la aparición de grietas. Para repararlos, es conveniente utilizar epóxido, una masilla que une los restos de gres y es altamente resistente al agua.
También deberás revisar el cestillo de la bomba y los skimmers, ya que existen muchas posibilidades de que estén obstruidos por hojas y otros restos traídos por el viento en los últimos meses. De hecho, este proceso deberías repetirlo cada poco tiempo para evitar posibles problemas durante el verano. Pasa el recogehojas por la superficie y activa el limpiafondos para que nuestras piscina esté impoluta.
Controlar los niveles de PH y cloro
Si no tienes una piscina de agua salina, debes revisar los niveles de cloro y PH, ya que estos son los que garantizan un estado idóneo del agua, previniendo la aparición de microorganismos y algas, y reduciendo el picor de ojos y otros efectos perjudiciales en nuestra piel . Por norma general, los niveles de PH deben estar entre 7,2 y 7,4. Existen pequeños accesorios que nos permiten medirlo sin ninguna dificultad. Hazlo al menos durante 3 veces a la semana en la temporada de verano.
Filtrar el agua de la piscina antes del primer baño
En primer lugar, debes comprobar si la bomba funciona correctamente, ya que de ella depende en gran medida el mantenimiento de la piscina. Resulta beneficioso de igual modo incrementar las horas de filtrado: 4 horas por la mañana y otras 4 horas por la tarde, (nunca por la noche)
Cómo poner a punto una piscina salina
Las piscinas de cloración salina tiene un funcionamiento diferente y, por tanto, debemos modificar los pasos vistos más arriba. Tras el proceso de limpieza de la suciedad acumulada, debes verter 3 sacos de sal de 25 kilos cada uno, repartiendo la sal bien desde el borde de la piscina. Después, vierte tres cazos de cloro y conecta la depuradora. 24 horas más tarde, ¡tu piscina lucirá radiante y lista para el primer chapuzón!