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Cómo limpiar utensilios de cocina de madera

17/06/2014

Los cubiertos y cucharones de madera son muy prácticos a la hora de guisar en la cocina. Proporcionan un fácil manejo de los sofritos y cocciones, apenas pesan, no se calientan, no alteran el sabor de los alimentos y, sobre todo, no dañan las superficies de ollas y sartenes. Igualmente, los recipientes de madera, como cuencos, fuentes y boles, suelen resultarnos atractivos para presentar ensaladas o aperitivos, porque son ligeros y dan un toque acogedor a la mesa.

El único inconveniente es que la madera es un material poroso y no tolera la limpieza habitual en lavaplatos. Pero por un lado, muchas veces comprobamos que las manchas de algunos alimentos como el tomate permanecen sobre los cubiertos de madera después de un primer lavado a mano. Lo mismo sucede con las tablas de cortar, cuyas manchas resisten frecuentemente los fregados a mano superficiales. Igualmente, los cubiertos que tienen el mango de madera no deberían lavarse en el lavavajillas, puesto que acabarán por estropearse.

En una entrada anterior ya te contamos cómo se limpia correctamente una tabla de cortar. En el caso de las tablas de cortar de madera, los expertos recomiendan desinfectarla con limón, ya que son propensas a acumular bacterias en su interior. La técnica es muy sencilla: se lava inicialmente la tabla con agua y jabón. Se seca y se frota medio limón enérgicamente por toda la superficie. Se deja actuar unos minutos para después aclararlo con agua tibia. El limón actúa como desinfectante y desodorizante natural, dejando un acabado muy agradable.

En el caso de los cubiertos de madera o con mango de madera, lo ideal es lavarlos a mano con agua caliente y jabón de lavavajillas, para después secarlos rápidamente con un trapo. Evita tenerlos a remojo antes de fregar o húmedos después del lavado, ya que así absorberán humedad y deteriorarán antes.

Eso sí. Si las manchas en tus cubiertos de madera son persistentes, se pueden dejar unos 30 minutos en remojo sobre una solución de agua con agua oxigenada o bien de agua con unas gotas de lejía, para después fregarlos con agua y jabón normalmente. Así evitarás el aspecto ennegrecido que suelen tomar pasado un tiempo de uso.

Si tienes tablas gruesas de madera o utensilios antiguos de madera de buena calidad, conviene de vez en cuando embadurnarlos en aceite de oliva para hidratarlos y que mantengan sus cualidades.

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