Con toda probabilidad, ha estado presente en el botiquín de tu casa toda la vida. Incluso más de una vez hayas recurrido a él para curar pequeños cortes y heridas. Pero quizá no sabías que el peróxido de hidrógeno pueden aumentar el rendimiento de tu jardín, aportar a la limpieza de tu hogar o mejorar tu rutina de belleza.
El peróxido de hidrógeno (H2O2) se puede adquirir en farmacias y supermercados en concentraciones bajas (entre 3% y 10%). Precisamente el agua oxigenada al 3% funciona muy bien para aplicar en estos consejos que te indicamos a continuación.
1. Desinfección de herramientas de belleza
Hablamos de pinzas depilatorias, limas de uñas, herramientas de manicura y pedicura, rizadores de pestañas y demás utensilios que utilizamos a menudo y están en contacto con bacterias. Bastará frotar la superficie con un algodón impregnado en peróxido para desinfectarlas y después solo tendremos que aclarar con agua.
2. Desinfección de cepillos de dientes
Los cepillos de dientes tradicionales, así como los recambios de los eléctricos necesitan una limpieza a fondo de vez en cuando. Unos minutos a remojo en peróxido de hidrógeno bastarán. Después, aclara las piezas bajo el grifo de agua. Igualmente, los protectores bucales se pueden desinfectar de esta manera.
3. Pies sin olores
Las bacterias acumuladas en los pies son causantes del mal olor. Para acabar con ellas prepara una solución con una parte de agua oxigenada y tres partes de agua tibia y sumérgelos. Este enjuague te protegerá también de sufrir pie de atleta y suavizará los callos y durezas si los tienes.
4. Blanqueamiento de uñas
Si tus uñas han amarilleado por el uso de lacas de color una mezcla de dos partes de bicarbonato de socio y una de peróxido de hidrógeno servirá para que recuperen el tono habitual. La mezcla creará espuma al principio en el recipiente. Cuando se baje la espuma, extiende la pasta resultante por encima y debajo de las uñas y deja que actúe tres minutos.
5. Jardín impecable
Evita los contagios de bacterias, hongos y enfermedades en general en tu jardín desinfectando las herramientas después de cada uso con agua oxigenada.
Por otra parte, el peróxido de hidrógeno aumenta la capacidad de absorber nutrientes de la tierra por parte de las plantas. Para conseguirlo, solo necesitarás añadir una cucharada de agua oxigenada por cada 3,5 litros de agua a temperatura ambiente. Úsalo para fertilizar las plantas de interior y exterior.
6. Tablas de cortar limpias
Son uno de lo accesorios de cocina más difíciles de desinfectar, precisamente porque suelen estar en contacto con carne cruda y vegetales frescos. Por eso, los pequeños rayones de tu tabla de cortar pueden ser el hogar perfecto para las bacterias. Para evitarlo, después de cada uso rocía la superficie con agua oxigenada.
7. Desinfectar la nevera
Cada vez que limpies la nevera pulveriza en su interior peróxido de hidrógeno para acabar con cualquier bacteria que persista. Deja actuar unos minutos y después aclara con una bayeta limpia empapada en agua.
8. Acabar con los ácaros
Nuestro dormitorio es con toda seguridad el rincón de la casa que más ácaros acumula. Acaba con ellos rociando tu colchón con peróxido de hidrógeno y deja que se seque por completo antes de volver a hacer la cama.
9. Lavar bolsas reutilizables
Las bolsas de la compra reutilizables son una magnífica idea para cuidar el medio ambiente. Pero habrás comprobado que se ensucian con facilidad con los alimentos que transportamos en ellas. Mantenlas desinfectadas lavándolas frecuentemente con un rociado de agua oxigenada que acabe con las bacterias.
10. Limpiar la lechada
Cuando la lechada de los azulejos de la cocina o el baño se va oscureciendo por la suciedad o la proliferación de moho, puedes recuperar tu tono blanco con peróxido de hidrógeno. Aplícalos sobre las juntas de las baldosas con un cepillo de dientes y deja que actúe durante cinco minutos antes de aclarar con agua.
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