Los ácaros son esos seres pertenecientes a la familia de los arácnidos cuyo diminuto tamaño no nos permite captarlos a simple vista. En concreto, los ácaros del ámbito doméstico, los del polvo, no superan los 0,5 milímetros, aunque son causantes de alergias con muchas frecuencia. Son los excrementos de los ácaros y los ácaros muertos los que provocan dificultades respiratorias a personas con alergia o asma al ser inhalados en forma de fino polvo.
En nuestro hogar, se acumulan en colchones, mantas, sillones, cojines, cortinas, almohadas y sábanas, elementos que están en permanente contacto con nuestra piel. Y es que los ácaros se alimentan de la piel muerta del ser humano o animal. Los síntomas más habituales provocados por los ácaros son la congestión nasal, dificultad respiratoria, los estornudos, el enrojecimiento de la piel y el lagrimeo de los ojos.
Para prevenir los ácaros en casa, especialmente si vivimos con alguien que es sensible a estas criaturas, te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:
– Ventila a diario toda la casa, especialmente las habitaciones, que suelen acumular más cantidad de ácaros.
– Retira los colchones viejos de casa y no prolongues en exceso su vida útil. No será saludable para tu columna y provocará una acumulación innecesaria de ácaros. Además, de vez en cuando, coloca los colchones al sol.
– Pon la ropa del hogar al sol: mantas, sábanas, fundas, cojines, almohadas, etc. Utiliza fundas antiácaros para colchones y almohadas.
– Lava todas las prendas y objetos susceptibles de acumular ácaros en la lavadora a temperaturas altas, por encima de los 60º. Pon especial atención a los muñecos de peluche.
– Evita en lo posible las alfombras. Si las tienes, lávalas con frecuencia a la máxima temperatura posible.
– Evita la presencia de animales domésticos en el hogar.
– Utiliza aspiradores tipo HEPA con filtro para los ácaros o sistemas hidráulicos.
– Evita la humedad y el calor en el hogar, cuya combinación es el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de los ácaros.
– En caso de alérgicos en casa, recurre a acaricidas para tratar colchones, sofás y ropa del hogar en general. No son tóxicos para el ser humano y resultan eficaces.
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