Puede que de vez en cuando pienses en renovar algún rincón de tu casa con un tono de pintura nuevo o que simplemente observes que algunas paredes o muebles necesitan una nueva mano. Aunque también es probable que cuando pienses en pintar la casa se te quiten las ganas con solo pensar en las manchas que te tocará limpiar después, tanto en las superficies, como en las herramientas que uses.
Por eso desde Flota queremos darte unos trucos domésticos básicos para evitar en lo posible las manchas y salpicaduras provocadas por la pintura. Comprobarás que son tan sencillos como efectivos:
– Latas de pintura limpias: evita las salpicaduras y chorretones de pintura en la lata y alrededor de esta colocando una goma de arriba a abajo. de forma que quede en la mitad de la abertura de la lata. Así, cada vez que introduzcas la brocha para impregnarla en la pintura podrás depositar el exceso de producto en la banda elástica. De esta manera, evitas tener que usar el canto de la lata para eliminar el exceso de pintura, que acabaría desbordándose por el exterior del envase.
– Evita lavar pinceles y brochas: si vas a estar pintando varios días y quieres evitar el engorro de tener que– al día siguiente, debes cubrir todas las brochas que hayas usado con papel aluminio o meterlas en una bolsa hermética de plástico. La idea es retener la humedad de las brochas para que la pintura no pueda secarse y al día siguiente esté lista para pintar de nuevo.
– Sin manchas en la ropa: si no tienes en casa ropa apropiada para pintar puedes recurrir a una bolsa de basura lo más grande posible y hacerle unos orificios para introducir las manos. Así puedes colocártela a modo de peto y evitar manchar cualquier prenda.
– Manos y suelo sin salpicaduras: si lo que nos disponemos a pintar es un techo, es muy posible que nos manchemos las manos al manipular las brochas. Un truco muy útil para evitar las salpicaduras es colocar un cartón o una tapa de plástico entre el cepillo y nuestra mano, de forma que vaya recogiendo las gotas de pintura que vayan cayendo. Haz un agujero al cartón que vayas a utilizar e inserta el mango en él para evitar las incómodas manchas de pintura en las manos. Coloca el cartón o la tapa lo más cerca posible de la virola de la brocha para evitar que el mango se manche. También hay quien prefiere perforar la base de un vaso de plástico o de papel para recoger la pintura que se desprenda del cepillo.
– Forra el cubo con papel aluminio: si tienes que usar bastante pintura y vas a usar cubo y rodillo, lo mejor es que forres el cubo de papel aluminio por completo para no tener que lavarlo después. Igualmente, es aconsejable que forres de papel aluminio la lata de pintura para evitar que se manche por fuera permanentemente. – Manillas y pomos sin manchas: usa papel aluminio para envolver estas partes que no quieres que se manchen de pintura cuando pintas una puerta o una pared cercana. Es la forma más rápida y efectiva de prevenir las manchas.
– Sin salirte de la línea: si estás pintando un área pequeña o de difícil acceso en la que temes manchar lo que hay alrededor, usa un cartón como guía para no sobrepasar el límite con la pintura. Así evitarás trabajos de «ingeniería» con la cinta de carrocero.
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