Las relaciones de pareja arrancan con una intensidad tal que parece que nunca va a llegar un obstáculo capaz de trabar los sentimientos que tenemos por el compañero sentimental. Sin embargo, mantener la llama encendida no es sencillo. Más cuando se da el paso de vivir juntos. La convivencia mal llevada puede dar al traste una buena relación. Desde el portal de contactos edarling dan una serie de consejos para que esto no ocurra y se pueda disfrutar del día a día.
La base fundamental es que la decisión de vivir juntos sea tomada por los dos, si alguno no está seguro es mejor dejarlo para más adelante, puesto que pueden surgir desconfianzas y plantar abismos entre los dos. Los dos miembros de la pareja deben poner de su parte y realmente apetecerles la convivencia.
Si se está en ese punto, adelante. Pero no es necesario compartirlo todo. Lo recomendable es dejar espacio para ambos. Puede resultar estresante pasar todo el tiempo unidos, es mejor disponer de tiempo para uno mismo, con una afición propia o con salidas sin el otro de vez en cuando, para así reponerse de la rutina.
Y es que formar parte de una pareja no debe significar perder la individualidad, por ello es bueno compartir opiniones, puesto que es lógico que cada uno tenga una forma de pensar distinta sobre un asunto. Con el día a día se irán conociendo. Con el tiempo, también aparecerán pequeñas imperfecciones en el otro que no se apreciaban antes. Hay que ser tolerante. Y también fomentar el respeto y la confianza. Sin estos valores la pareja se puede perder, deben apoyarse el uno en el otro cuando se sufren altibajos.
Otra idea fundamental es ser generoso; ofrecer sin esperar nada a cambio. Es importante tener detalles o saber ceder en ciertas discusiones, así como compartir. Hay que expresar lo que uno quiere, que el otro lo sepa, pero las decisiones no se deben tomar de forma unilateral si no entre los dos.
Todas estas indicaciones apuntan a que la convivencia requiere paciencia y expresar lo que se siente a la pareja de forma clara, con sinceridad. Pero no tiene por qué ocupar todo nuestro tiempo. No es bueno olvidarse del resto. Lo ideal es seguir haciendo las actividades que gustan y no perder la relación con los amigos. Hay tiempo para todo con solo saber organizarse.