¿Tu hijo no obedece? Cualquier adulto sabe que resulta bastante frustrante cuando un niño no escucha las instrucciones. Pero a veces, ignorar tus solicitudes o demandas no es algo que hagan conscientemente. Por eso es importante enseñar a tu hijo a escuchar la primera vez que hablas. De lo contrario, ignorar lo que le pides podría convertirse en un hábito frecuente.
Toma estas medidas si no obtienes respuesta cuando le dices a tu hijo que es hora de acostarse, o si actúa como si no te escuchara cuando le dices que recoja sus juguetes o que haga las tareas.
Te proponemos siete pasos que debe seguir cuando tu hijo te ignora:
Elimina las distracciones
Antes de dar instrucciones obtén la atención de tu hijo. Debes distinguir entre un desafío voluntario y simplemente una falta de atención. Si le gritas a tu hijo cuando está jugando con videojuegos en la otra habitación, quizás podría estar demasiado sumergido en el juego como para oírte.
Entonces, deshazte de todas las distracciones antes de darle instrucciones. Apaga el televisor, para el videojuego, llámalo por su nombre y establece contacto visual. Quizás hasta necesites poner una mano en su hombro.
Una vez que obtengas su atención, dale instrucciones claras que describan lo que quieres que haga. Dile algo breve y simple como: «Recoge tus juguetes, por favor», usando un tono de voz firme pero relajado.
Pídele que repita las instrucciones
Para estar seguro que tu hijo ha comprendido lo que le has pedido, pídele que repita tus instrucciones. Pregúntale: «¿Qué te he pedido que hagas?». Y espera a que él lo explique: «Que me ponga el pijama para bajar a ayudar con la cena». Ofrece una aclaración o pregunta si tiene alguna duda. Si tu hijo puede repetirte lo que debe hacer, sabrás que las instrucciones han sido claras.
Haz una advertencia si es necesario
Después de que le hayas dado instrucciones, y estás seguro de que las comprende, espera unos segundos. Ya que puede tomar un poco de tiempo para procesar la información. Pero, si no hace ningún intento de cumplir con tu petición, hazle una advertencia. Di algo así como: «Si no subes las escaleras y comienzas a limpiar tu habitación ahora mismo, no podrás jugar con videojuegos esta noche». Es algo que realmente debes estar preparado para hacer si no cumple son su obligación.
Usa el mismo enfoque incluso si tu hijo no lo ignora por completo. Si dice algo como «¡Lo sé!» o «Lo haré en un minuto», lanza una advertencia. Enséñale que debe seguir tus instrucciones cuando se las des, no según su propio horario.
Seguir con una consecuencia
Espera otros segundos después de que hayas hecho la advertencia. Si tu hijo no hace lo que pediste, sigue adelante con una consecuencia.
Intenta quitarle algún privilegio, como el juguete favorito o sus equipos electrónicos. Solo asegúrate de quitar esos privilegios por un corto período de tiempo. Amenazar con tirar su tableta a la basura o quitarle el móvil probablemente no mejore su comportamiento, porque creerá que es demasiado exagerado. En su lugar, realiza alguna acción concreta que implique una sanción el día entero.
Un plan para abordar el problema
Si tu hijo a menudo ignora tus solicitudes, crea un plan para abordar el problema. Haz conocer tus expectativas diciendo: «Espero que sigas mis instrucciones la primera vez que te las dé». Luego, dile que notas que tiene problemas para escuchar y que tendrá que trabajar en eso.
Para algunos niños, el elogio y la atención positiva por el buen comportamiento son suficientes para motivarlos a continuar el buen trabajo. Por lo tanto, si le dices a tu hijo: «Gracias por apagar el televisor cuando te lo pedí», seguro estará más motivado para volver a hacerlo.
Otros niños necesitan un mayor incentivo para seguir instrucciones, por lo que puedes considerar un sistema de recompensa para motivar a tu hijo a ser más obediente.
Descarta problemas subyacentes
Si la negativa de tu hijo a escuchar es un problema constante, es importante descartar problemas médicos. Hazte estas preguntas:
- ¿Podría tener un problema de audición? Si no escucha y ya has eliminado las distracciones
- ¿Tu hijo tiene problemas con su capacidad de atención? Siguen sin ser claras las instrucciones que le das.
- ¿Tu hijo tiene un problema cognitivo? Los problemas de desarrollo o impedimentos cognitivos pueden dificultar que un niño pueda procesar información y actuar en un corto período de tiempo.
Si sospechas que tu hijo puede tener un problema médico o de salud mental subyacente, habla con el pediatra inmediatamente y pídele consejo. Es importante descartar esos problemas antes de crear un plan para abordar este tipo de problemas cotidianos entre padres e hijos.
Evita las trampas
A veces y sin darse cuenta, los padres enseñan a los niños a ignorarlos. Gritar, regañar y suplicar son algunas cosas que harán que tu hijo te ignore. Los largos monólogos y los reproches excesivos también harán que tu hijo deje de escuchar.
Reserva las instrucciones para los problemas más importantes que deseas abordar. Y adhiérete a una sola advertencia, ya que si las repites constantemente le enseñarás a tu hijo que no tiene que escuchar la primera vez que hablas.
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