Nuestro hogar nunca parecerá más limpio y radiante que cuando estrenamos paredes recién pintadas. Pero el coste y las molestias que implica pintar la casa hace que resulte imposible que podamos repetir la operación cada año en nuestras habitaciones y estancias. Por eso es importante que de vez en cuando repasemos nuestras paredes para darles un «lavado de cara» y eliminar las manchas más evidentes.
Especialmente si se trata de paredes blancas, aunque más espaciosas y luminosas, parece que se manchen con mayor facilidad. En estos casos suelen ser marcas de muebles, manchas del calzado en las zonas donde hay camas o escritorios, marcas de manos a la altura de las llaves de luz, etc.
Te damos varias soluciones posibles para acabar con las manchas de suciedad en tus paredes blancas:
- En las secciones de limpieza de los supermercados y grandes superficies encontrarás unas esponjas conocidas como «borradores mágicos» que son capaces de eliminar la suciedad de casi cualquier superficie, incluidas las paredes. Se sumergen en agua, se escurren muy bien y se aplican como si se tratase un borrador sobre la zona manchada. Comprobarás que la suciedad se va quedando en el material de la esponja.
- Si tus paredes son de pintura plástica (son brillantes), podrás eliminar las manchas con una esponja normal o con el lado suave de un estropajo, sumergido en agua con jabón suave.
- En paredes normales con manchas leves, puedes eliminar la suciedad con una bayeta limpia humedecida en agua con jabón neutro. Recuerda escurrirla bien antes de ponerla en contacto con la pared. Entonces, frota muy suavemente las manchas de arriba abajo (nunca con movimientos de ida y vuelta) aclarando la bayeta si es preciso. Para terminar, seca la zona y retira los posibles restos de jabón con un trapo de tela limpio y seco.
- Si tienes rayones de calzado o marcas de muebles, puedes eliminarlos con goma de borrar (sí, la del colegio). ¡Verás qué fácil!
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