Probablemente te hayas encontrado más de una vez en esa tesitura. La de no saber cuándo es la fecha de caducidad de un huevo que tienes en la nevera y desconocer cuántos días hace que lo compraste. En ocasiones ocurre que la fecha de caducidad impresa en la cáscara del huevo se borra o no se entiende con claridad. Y, a veces, simplemente desconfiamos de la frescura de los huevos que acabamos de comprar.
¿Cómo saber entonces si un huevo es fresco? ¿Cómo cerciorarse de que los que compramos en el supermercado tienen la frescura deseada?
El truco más extendido para conocer el estado de un huevo que tenemos en la nevera es el del agua. Consiste en llenar un recipiente de agua e introducir con cuidado el huevo. Cuanto más flote el huevo, menos frescura tendrá. Y, por el contrario, si se mantiene al fondo, significa que el huevo es fresco.
De esta manera, un huevo que toca el fondo pero se levanta de uno de los lados puede tener unos días o una semana desde su puesta. Y si el huevo flota por completo significa que puede hacer hasta tres semanas desde que fue puesto por la gallina. Por tanto, lo ideal para garantizar la máxima frescura es que permanezca en horizontal en contacto con el fondo del recipiente.
¿Cuál es la explicación de que el huevo flote o no en función de su frescura? La reacción física se debe a que la disposición de las membranas que protegen el huevo en el interior da lugar a una cámara de aire que se hace más grande cuanto más viejo es el huevo. Y cuanto mayor sea esa cámara de aire del interior, más flotará el huevo.
Otro método sencillo pasa saber si el huevo es fresco es el de observar su aspecto cuando lo cascamos. Si presenta una clara compacta y una yema bien definida, podemos estar seguros de que es fresco. Si por el contrario la clara es más bien acuosa, se desparrama y la yema es indefinida y fácil de romper, el huevo ha perdido su frescura.
Además, podrás saber si los huevos están frescos agitándolos y escuchando el sonido que hacen. Si escuchas el golpe de la yema contra la cáscara significa que el huevo ya no está fresco. Si no escuchas ningún sonido procedente del interior, significa que la yema sigue en su sitio y el huevo está perfectamente fresco.
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