Cada día salen al mercado nuevos productos para la limpieza del hogar con aplicaciones muy concretas y tecnologías cada vez más avanzadas. La mayoría de ellos resultan muy atractivos y eficaces sobre las superficies concretas para las que han sido diseñados. Pero a menudo requieren un desembolso importante y acaban por ocupar demasiado espacio en nuestras cocinas y nuestros cuartos de limpieza. ¿Son necesarios tantos productos diferentes?
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Si te propones ahorrar un poco en los productos de limpieza y no acumular más de los que tu casa realmente requiere para estar limpia, te proponemos una lista con los ocho productos imprescindibles que debes tener siempre a mano para la limpieza de tu hogar:
- Lejía: un clásico de nuestras cocinas y baños que no debe faltar en ningún hogar. Aunque hay que manipularlo con cuidado, especialmente ante la presencia de niños o mascotas en casa, es el producto desinfectante por excelencia, ideal para eliminar bacterias y gérmenes de casi cualquier superficie. Ten cuidado con sus propiedades blanqueantes, no lo mezcles nunca con amoníaco y úsalo siempre diluido en agua.
- Amoníaco: el producto quitagrasas por excelencia, que puede sustituir perfectamente a tu limpiador desengrasante habitual para la cocina. Procura usarlo diluido en agua y siempre en espacios ventilados, ya que desprende unos vapores bastante intensos que pueden llegar a marear. Úsalo sobre encimeras, fogones y suelos con grasa. También, para eliminar manchas de grasa de tejidos como alfombras, sillones o cortinas. Es muy eficaz.
- Limpiador multiusos: con un buen producto multisuperficie podemos dar solución a la limpieza de cristales, espejos y muebles sintéticos o lacados como los de cocinas y baños. Basta con aplicarlo sobre una bayeta humedecida para conseguir la limpieza idónea. No merece la pena adquirir un limpiacristales específico, cuando con uno de estos productos y el paño adecuado podemos conseguir que la superficie quede inmaculada.
- Jabón lavavajillas: aunque tengamos lavaplatos siempre echaremos mano del jabón tradicional para limpiar alguna pieza de menaje. Además, es un remedio excelente para tratar manchas de grasa antes de introducir las prendas en la lavadora. Impregna con el jabón la mancha en seco y déjala actuar unos minutos antes de meterla en la lavadora. Verás qué eficacia.
- Limpiador para madera: los muebles de madera auténtica se cuidan con este tipo de productos que son suaves y no alteran tan delicadas superficies. También son imprescindibles para suelos de parqué. También puedes limpiar estas superficies con una solución de vinagre y aceite a partes iguales, teniendo en cuenta que deberás dejarla secar por completo para abrillantar a continuación.
- Antical: si no quieres rastros de agua permanentes en tus mamparas, lavabos, bañeras y grifería en general deberás hacerte con un buen antical. Ningún otro producto te dará tan buenos resultados de brillo y limpieza contra la cal.
- Limpiasuelos: aunque, dependiendo de la superficie a tratar, puedes diluirlos en agua con lejía o amoníaco, este tipo de productos son imprescindibles porque limpian el suelo respetando los materiales y acabados.
- Bicarbonato sódico: como producto de limpieza resulta muy útil ya que sirve para desatascar tuberías, eliminar restos de comida pegados o quemados, combatir malos olores, limpiar alfombras o cubiertos de plata.
Además de estos productos específicos para el hogar, ten siempre a mano en la cocina una botella de vinagre blanco y limones, puesto que te pueden sacar de más de un apuro a la hora de limpiar.
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