Se acercan las fiestas navideñas y con ellas, las celebraciones familiares y entre amigos que implican comidas copiosas y grandes cenas. Si además ejercemos como anfitriones, es frecuente que se nos plantee el dilema de qué cocinar y cómo hacer para que se mantenga la comida caliente con tantos comensales. Sin aplicar las técnicas adecuadas, por mucho que nos esforcemos, podemos acabar con comidas quemadas o que llegan a la mesa frías, lo que les hace perder todo su atractivo.
Además, muchas veces, garantizar que los platos llegan calientes a la mesa nos supone no poder disfrutar de la comida junto a los nuestros como nos gustaría. No todos los platos se pueden mantener calientes sin elaborarlos justo antes de servirlos, pero sí podemos recurrir a algunos trucos que se usan en restauración para mantener la comida caliente:
– Platos calientes: uno de los trucos más comunes es el de servir la comida a la temperatura idónea es hacerlo sobre platos calientes. Muchas veces te habrán advertido en tu restaurante favorito: «Cuidado con el plato que quema». Es precisamente porque la función del plato es mantener la temperatura de la comida e impedir que se enfríe en el trayecto de la cocina a la mesa. Es imprescindible para pastas, arroces, carnes y pescados, por ejemplo. Podemos calentar los platos en el horno (incluso aprovechando el calor residual tras prepara un guiso) o en el microondas.
– Baño María: una solución ideal para mantener calientes sopas, cremas, estofados o salsas de acompañamiento. Una vez preparadas, se vierten en el recipiente en el que las vamos a almacenar y este se coloca sobre otro de mayor tamaño que contenga agua caliente. Por último, se tapa con papel aluminio o con alguna tapa para que mantenga en calor hasta que lo vayamos a servir.
– Horno: otra manera de mantener la comida caliente antes de servirla es introducirla en el horno con la temperatura al mínimo (entre 80º y 90º). Podemos introducirla en los mismo platos en los que vamos a servir la comida (así estarán calientes al sacarlos y mantendrán la temperatura) o en bandejas de horno para después emplatar. Para evitar que los alimentos se resequen o pierdan los jugos, tapamos la comida con papel aluminio agujereado.
– Calor en la mesa: podemos utilizar en la propia mesa infiernillos, parrillas o piedras para terminar de preparar carnes, pescados y verduras. Es una solución más apropiada para las comidas de exterior, ya que va a acompañada de humos y olores, pero es una manera de servir la comida recién hecha y en su punto.
– Fondue: aparte del uso principal que tienen, sirven para mantener e la mesa salsas calientes mientras los comensales aderezan sus platos a lo largo de la comida.
Otras soluciones como calientaplatos u ollas de cocción lenta nos servirán también para mantener la comida caliente en perfecto estado hasta que se sirva en la mesa.
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