La congestión nasal, los estornudos y el malestar general no son síntomas exclusivos de los meses de frío. Durante la primavera, es fácil sufrir un resfriado debido a los bruscos cambios de temperatura a los que nos vemos sometidos por el uso de los aires acondicionados y la meteorología, aún inestable en esta época del año. Pero, a su vez, las alergias manifiestan sus principales síntomas en esta época del año, cuando más concentración de polen hay en el aire.
Entonces, ¿cómo distinguir si los síntomas que padecemos son propios de una alergia primaveral o un resfriado? Lo cierto es que distinguir un simple resfriado de una alergia primaveral a veces resulta difícil ya que comparten algunos de los síntomas principales más visibles: secreción y congestión nasal, fatiga, estornudos y molestias en la garganta.
Pero podemos diferenciar una alergia primaveral de un resfriado analizando algunos de los síntomas:
– La principal diferencia, la fiebre: este síntoma está únicamente asociado al resfriado o la gripe, por lo que, si se manifiesta, podemos descartar que los síntomas estén causados por cualquier alergia.
– La mucosidad es diferente en uno y otro caso: en las alergias suele ser transparente y en los resfriados más amarillento, incluso verdoso.
– El picor nasal es otro de los elementos diferenciadores entre ambas dolencias: si padeces un constante picor nasal, sufres un episodio alérgico como respuesta a la exposición a algún alérgeno. Igualmente, el picor de ojos es más característico de los casos de alergia.
– Duración e intensidad de los síntomas: mientras los resfriados duran como máximo una semana, con síntomas como secreción nasal densa y congestión intensa en los primeros días, las alergias suelen prolongarse durante semanas, con picos de intensidad en función de la exposición a los alérgenos.
– Dolor corporal: la gripe o el resfriado puede dar lugar a una sensación de malestar general con dolor muscular incluido. Este no es un síntoma asociado a la alergia primaveral, por lo que ha de servirnos como elemento diferenciador.
Es importante saber diferenciar entre ambas dolencias, ya que los tratamientos para combatirlas son muy distintos. Mientras que el resfriado se trata con reposo, abundante hidratación y algún analgésico en caso de fiebre, la alergia debe tratarse siempre bajo prescripción médica con antihistamínico y corticoides. En caso de que dudes sobre los síntomas que sufres, acude siempre a tu médico que cabecera para que los valore adecuadamente.
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