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¿Cómo beber agua mientras haces ejercicio?

14/10/2015

Beber agua es imprescindible a la hora de hacer ejercicio para evitar la fatiga, los calambres o los mareos. Asimismo, mantener el cuerpo hidratado es la única manera de conseguir un rendimiento deportivo pleno.

Durante el ejercicio físico nuestro cuerpo pierde entre 1,5 y 3,5 litros de agua, dependiendo de la actividad y las condiciones en las que se realice.

Los deportistas no deben esperar a tener sed, ya que en la alta competición es frecuente que la pérdida de hidratación no vaya acompañada de la sensación de sed, por lo que el deportista podría deshidratarse. Lo aconsejable es que programe las ingestas en función del tiempo y el esfuerzo.

Antes del ejercicio: para evitar que la temperatura corporal se eleve demasiado y la sensación de esfuerzo sea menor, los expertos recomiendan beber medio litro de agua entre una y dos horas antes de hacer ejercicio.

Durante el ejercicio: lo ideal es aportar al cuerpo la hidratación que necesita durante el ejercicio físico de forma regular. Así, el Colegio Americano de Medicina Deportiva recomienda ingerir cada 15 ó 20 minutos, entre 200 y 300 ml de agua. Es mejor hacerlo de forma progresiva en pequeñas dosis, que de una sola vez, de forma que siente mal al estómago y perjudique al rendimiento deportivo.

Cada deportista debe buscar su pauta en función de la actividad física y los tiempos que requiera, pero siempre intentando mantener el ritmo de hidratación mencionado, que reponga el agua que se pierde con la sudoración.

Al acabar el ejercicio: cuando finaliza la actividad física es cuando el cuerpo suele demandar más hidratación por el cansancio y el desgaste. Se recomienda ingerir entre 400 y 700 mililitros de agua durante la hora inmediatamente posterior a la finalización del ejercicio.

¿Agua o bebida isotónica?

Cuando realizamos actividades físicas moderadas que no requieren esfuerzos muy intensos o prolongados, el agua nos proporciona el aporte de hidratación necesario para mantener unas condiciones óptimas. En estos casos, el aporte de electrolitos necesario tras el ejercicio puede proceder de la alimentación.

Sin embargo, en actividades que exigen un alto rendimiento deportivo o un esfuerzo prolongado, los expertos recomiendan recuperar con bebidas isotónicas que nos ayuden a mantener los niveles de glucosa en sangre y así evitar calambres y otros síntomas de fatiga. Debido al ejercicio intenso, el cuerpo elimina con el sudor estos electrolitos que arrastran minerales como el calcio, el hierro o el magnesio. Por eso, en estos casos es aconsejable consumir bebidas isotónicas alternadas con agua durante y después del ejercicio intenso.

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