Con los primeros días de calor nuestra mente empieza a pensar en lo cerca que están las vacaciones, la playa, la piscina, el bañador y el bikini. Y a muchas personas les entra la urgente necesidad de apuntarse al gimnasio. No se trata de un mal impulso mientras la intención sea llevar una vida más saludable y estar a gusto con uno mismo. De hecho, muchos de los que empezaron un verano motivados por la «operación bikini», acabaron por convertirse en incondicionales del ejercicio durante todo el año.
Pero antes de dar el paso es conveniente pararnos a pensar en qué es lo que más nos conviene en función de nuestra edad y nuestras capacidades físicas, e incluso económicas. Aquí te apuntamos algunos consejos que te pueden ayudar a la hora de encontrar tu gimnasio perfecto:
- No te dejes impresionar por los grandes complejos deportivos. Piscina, spa, solarium, masajista, grandes instalaciones y actividades de rabiosa tendencia y nombre impronunciable. Es lo que ofrecen muchos multicentros que suelen funcionar con bonos mensuales que dan derecho a cualquier actividad. Medita si te compensa pagar el bono de uno de estos gimnasios o apuntarte a un centro pequeño que oferte la actividad que buscas a un precio mucho más bajo. Sé honesto contigo mismo: si no vas a aprovechar todas las actividades que incluye el bono, no te merece la pena.
- No vale cualquier ejercicio. Uno de los grandes errores que cometemos es pensar que lo que más nos hace sudar es lo que más nos conviene. Y muchas personas empiezan a correr o a hacer spinning sin ser conscientes de que es una actividad muy agresiva para el corazón. Consulta con el médico qué tipo de ejercicio te conviene según tu edad y estado físico e infórmate en el centro antes de apuntarte. Puede que descubras que con actividades como el yoga o el pilates consigues tus objetivos saludables sin maltratar tu cuerpo.
- Cuidado con las lesiones. Si cuentas con lesiones de fábrica consulta con tu médico antes e iniciar cualquier actividad, para no causarte más daños. Hoy en día existen múltiples disciplinas para hacer deporte con casi cualquier lesión. Encuentra la tuya e informa al monitor de tu dolencia para que la tenga en cuenta a la hora de corregir tus posturas.
- Consulta los horarios. Hay gimnasios que en horas puntas tienen exceso de socios y no pueden atender tus necesidades. Incluso algunos llenan sus cupos y dejan gente fuera de las clases por aforo completo. Consulta si en tus horarios ofrecen las actividades que buscas y cuales son los mejores tramos para disfrutar del gimnasio sin tener que sentirte como en un centro comercial. Si es posible, solicita que te dejen visitar las instalaciones para comprobar cómo discurren las clases en las horas de mayor afluencia.
- Limpieza e instalaciones. Antes de pagar tu matrícula, comprueba las instalaciones del gimnasio, desde las salas de máquinas y actividades, hasta los vestuarios y las duchas. En un lugar con tanta afluencia de público, la higiene es vital a todas horas.
VER TAMBIÉN: Siete consejos para mantener tu ropa deportiva sin olor
- Un gimnasio de paso. Busca siempre un centro que te pille de paso en tu día a día. Bien antes de entrar al trabajo, al salir, al llegar a casa o junto al centro donde estudias idiomas por las tardes. Ten en cuenta esto para evitar que la pereza luche en tu contra cada día a la hora de ponerte las zapatillas deportivas.
- Que tenga aparcamiento. Si el gimnasio perfecto para ti está en una zona difícil a la hora de aparcar, plantéate cambiar de centro. Buscar aparcamiento cada día te quitará tiempo, te estresará y acabará por constituir una excusa para no ir.
- Busca usuarios afines. Es importante que el público con el que compartas gimnasio tenga cosas en común contigo para que no te sientas desubicado. Por ejemplo, si la mayor parte de los que te rodean son profesionales del deporte o el fitness, es probable que acabes perdiendo la motivación. Y viceversa: si el nivel que te rodea es mucho más bajo del que necesitas, ese no es tu gimnasio, o tu grupo de actividad.
También te puede interesar: Ideas para caminar más a lo largo del día