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Consejos para aprovechar las vitaminas de la fruta

08/02/2016
Consejos para aprovechar las vitaminas de la fruta

Los expertos en nutrición nos recuerdan cada vez que tienen ocasión que es necesario consumir cinco piezas de fruta o verdura al día, para garantizar así el aporte óptimo de vitaminas y minerales a nuestro organismo.

En otra entrada ya te hemos hablado sobre cómo cocinar verduras para que no pierdan los nutrientes. Pero en esta ocasión queremos darte las pautas a tener en cuenta a la hora de consumir frutas, de manera que mantengan la mayor cantidad de vitaminas posibles.

Porque, como sabes, la forma en que conservamos, manipulamos y preparamos las frutas influye en la pérdida de nutrientes en el momento del consumo. No es lo mismo tomar una fruta escarchada o en almíbar, que comerla directamente con la piel.

Aquí tienes las principales recomendaciones para aprovechar las vitaminas de la fruta:

Mejor con piel: en una buena parte de las frutas, la piel concentran las vitaminas hidrosolubles, así como la fibra y los antioxidantes, por lo que lo más recomendable es consumirlas sin pelar. Eso sí, conviene desinfectar la piel con un producto específico para que su consumo sea más seguro.

Fresca, mejor que congelada: aunque la fruta congelada mantiene una buena parte de nutrientes, pierde casi por completo su aporte de vitamina C, por lo que es mejor que su consumo en este estado sea secundario, y siempre preferible a los preparados en almíbar o de lata.

No dejes la fruta a remojo: aunque debemos lavar convenientemente la piel de las frutas cuando las vamos a consumir tal cual, si las dejamos a remojo mucho tiempo perderán gran parte de sus vitaminas hidrosolubles. Para evitarlo, lava las frutas en el momento en que las vayas a consumir.

Frutas enteras o en trozos grandes: siempre que puedas, consume la fruta entera, sin trocearla. Si no te queda más remedio, pártela en trozos lo más grandes posible para que no pierdan todas sus vitaminas. Igualmente, trata de partir la fruta justo antes de consumirla y evita almacenarla en el frigorífico ya troceada, a modo de macedonia.

Licuados mejor que zumos: son preferibles los licuados y batidos a los zumos, ya que permiten consumir también la piel de la fruta que concentra casi siempre mayor catidad de vitaminas y fibra. Además, los zumos desperdician la pulpa de la fruta, que contiene también vitaminas y nutrientes.

No conserves los zumos naturales: has de saber que mantienen las vitaminas solo hasta 30 minutos después de que la fruta haya sido exprimida. Cuanta más pulpa contengan, más nutritivos.

Pela la fruta en el momento que se vaya a consumir: para evitar que pierda propiedades como consecuencia de la oxidación, te recomendamos que peles la fruta justo antes de consumirla y tratando de retirar la menor cantidad de pulpa posible. Cuando más cerca se encuentre la pulpa de la piel, más vitaminas concentrará.

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