Para aquellas personas que sigan una dieta, las fiestas navideñas pueden representar todo un reto. Son días en los que las visitas a amigos y familiares suelen implicar abundantes comilonas acompañadas con todo tipo de dulces típicos y bebidas que pueden dar al traste con el propósito de seguir una dieta saludable. Pero, si planificas bien las comidas y estableces con antelación las excepciones que vas a hacer, la Navidad no tiene por qué suponer un retroceso en los avances conseguidos.
Desde Flota te recomendamos que no dejes de hacer ejercicio en estas fiestas y eches mano de alguno de estos trucos para conseguir tu objetivo saludable:
Piensa en tu dieta cuando cocines: si te toca cocinar, piensa en el modo de hacer más saludables tus recetas y guarniciones para poder comer con más libertad. Opta por la plancha en lugar de las salsas, alimentos cocidos o asados antes que fritos, postres con frutas en lugar de azúcares y harinas, guarniciones de verduras, etc.
Cocina la cantidad justa: al margen de que varíen los platos, planea los menús con las cantidades normales, con vistas a que se consuman en el día y evitar que queden sobras durante días. Normalmente, durante las fiestas navideñas tendemos a excedernos con las cantidades, aun siendo conscientes de que no consumiremos en el día todo lo que cocinamos. Esto conlleva un desorden inevitable en las comidas posteriores, en las que se acaban mezclando las sobras con el menú del día, cayendo de nuevo en el exceso.
Almuerza y merienda: procura realizar cinco comidas al día, incluidos un almuerzo y una merienda, para mantener el metabolismo activo durante todo el día y quemar calorías. De esta manera además, llegarás con menos ansiedad a las comidas y cenas copiosas típicas de estos días. En estas dos comidas adicionales entre horas consume alimentos ligeros y saludables como fruta, tortas de arroz, zumos y batidos naturales, lácteos desnatados o infusiones.
Caprichos: decide cuándo y cuántos. Antes de que lleguen las fechas señaladas procura planificar en qué comidas vas a relajarte más con la dieta y en qué medida. Por ejemplo, puedes marcarte las dos noches principales (Nochebuena y Nochevieja) para comer lo mismo que el resto de comensales procurando controlar las cantidades. Asimismo, puedes decidir con antelación si comerás turrón y qué cantidad. De esta manera, aliviarás en parte la ansiedad y controlarás mejor lo que comes. Si improvisas es muy probable que te pases con los caprichos y las cantidades.
Mastica despacio: una buena forma de controlar las cantidades y el apetito es masticar despacio y conscientemente lo que estamos degustando. Si esto te provoca cierta ansiedad puedes servirte todo lo que vayas a comer en el plato para reservarlo y tener así un mejor control de las cantidades. Si masticas con tranquilidad hay más probabilidades de que te sacies antes y no comas más de lo necesario.
No comas de todo, elige. Para muchas personas que estén a dieta será difícil controlar la cantidad de platos que se vayan a presentar en la mesa, sobre todo cuando se trata de grupos grandes en los que varias personas cocinan. En esos casos es muy fácil que nos encontremos con un variado número de entrantes, varios tipos de platos principales con distintas guarniciones y diferentes postres entre elaborados caseros y turrones. En lugar de probar todos los platos, escoge los que más te gusten para configurar tu propio menú con cantidades razonables. Recuerda que es mejor poder comer libremente en todas las fechas señaladas que pegarte un día el atracón.
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