Salvo las procedentes de cultivos ecológicos, cuyos precios son fácilmente diferenciables en el supermercado, la totalidad de frutas y verduras que llegan hasta el consumidor están sometidas a los pesticidas que los agricultores utilizan para evitar las plagas. Aunque sabemos que los niveles de plaguicidas están controlados por las autoridades sanitarias, cada vez son más los indicios que nos llegan de que su efecto no es inocuo en nuestro organismo, especialmente, a largo plazo.
Por otro lado, todos los productos cultivados están expuestos en mayor o menor medida a la presencia de bacterias que pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud, como es el caso de la E.Coli, por ejemplo.
Por todo ello, quizá te hayas planteado la necesidad de limpiar los restos de pesticidas de frutas y verduras antes de su consumo y así evitar el posible impacto que estos residuos químicos puedan causar en la salud de nuestra familia. ¿Cómo hacerlo? Te damos varias ideas sencillas y prácticas que puedes poner en práctica en tu día a día para lavar frutas y verduras:
– Lavar restos de pesticidas con bicarbonato: como ya te hemos contado en alguna ocasión, este producto cuya presencia es tan tradicional en nuestras casas permite realizar muchos tipos de limpieza ecológica en el hogar. En el caso de frutas y verduras, te recomendamos que las aclares bien bajo el grifo (para eliminar posibles restos de tierra) las dejes a remojo en un bol o barreño de agua con unas cucharadas de bicarbonato de sodio. Después solo tendrás que aclarar los vegetales bajo el agua y secarlos para consumirlos cuando mejor nos convengan.
– Lavar restos de pesticidas con vinagre blanco o de manzana: prepara una solución de agua y vinagre blanco (una medida de vinagre por tres de agua) y deja los vegetales a remojo durante al menos 15 minutos antes de aclarar.
– Limpiador ecológico casero: si unimos la eficacia de los diferentes productos naturales que tenemos en casa podemos elaborar un excelente limpiador que nos permita eliminar los restos de pesticidas de nuestras frutas y verduras de cara a su consumo. Te aconsejamos que mezcles: una taza de agua, una taza de vinagre blanco o de manzana, una cucharada de bicarbonato y el zumo de un limón. Introduce la mezcla en un envase con pulverizador, por ejemplo, para que te resulte más cómodo repartir el producto.
Te recomendamos que laves tus frutas y verduras justo cuando las traigas a casa para evitar que las piezas ya «descontaminadas» se mezclen con las nuevas, aún sin lavar. Así, podrás almacenar la fruta y la verdura en la nevera o en el frutero con total seguridad. Dicho esto, es muy importante secar bien las frutas y verduras después de lavarlas para evitar que se descompongan con mayor rapidez.
Además, quizá consideres interesante contar en la cocina con algún cepillo de uñas o dientes específico para frotar la piel de frutas y verduras, sobre todo de aquellas que puedan presentar un recubrimiento de cera, como es el caso de las manzanas o los cítricos. Este hábito es recomendable también para eliminar los restos de tierra de algunas verduras como las patatas, las zanahorias o los nabos, antes de utilizarlos en la cocina.
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