La evolución de la sociedad y las tecnologías ha provocado que Facebook y el resto de redes sociales -como Twitter, Instagram, Pinterest, Google +, Myspace, etcétera- se hayan convertido en nuestro hábitat natural y diario. En muchos casos los usuarios pasan más tiempo frente a las pantallas de sus dispositivos que fuera de ellas.
Las ventajas de estas herramientas son por todos conocidas -la inmediatez para comunicarnos, localizar a antiguos amigos o compañeros, mantenernos informados de la actualidad…- sin embargo, son importantes los riesgos e inconvenientes que conlleva su uso excesivo. A continuación te explicamos los cuatro mayores problemas que pueden generar:
- Crear adicción. Está científicamente comprobado que el uso en exceso de las redes sociales puede generar un problema de adicción a éstas, hasta el punto de que el usuario necesite conectarse continuamente para saciar su ansia. Aunque se tiende a frivolizar con ello no hay que tomárselo a broma, puesto que se trata de una adicción tan importante como otras más conocidas y en muchos casos es necesario parar -e incluso asistir a un profesional– para que el problema no genere en algo mayor.
- Demasiada información personal. Hay que ser conscientes de que subir determinada información a las redes sociales nos puede hacer vulnerables en muchos aspectos. Por ejemplo, al publicar los lugares en donde te encuentras, contribuyes a que desconocidos conozcan tus hábitos de consumo, estilo de vida, horarios, etcétera, algo idóneo para quien quiera planear un robo en tu domicilio.
- Reputación online. ¿Estás buscando trabajo? Pues ten cuidado. Es un secreto a voces que muchas empresas a través de sus departamentos de recursos humanos chequean las redes sociales para conocer más información sobre futuros trabajadores que están atravesando un proceso de selección, por lo que una mala foto, un comentario entendido fuera de contexto, etcétera puede suponer un grave perjuicio para nuestros intereses.
- Descenso de productividad. Cuando tienen un alto ritmo de actividad en estas redes sociales a muchos usuarios les cuesta parar y centrarse en lo que realmente deberían ser sus prioridades. De esta forma, se asiste a descensos de productividad laboral e incluso a pérdida de contacto con la familia, amigos o pareja. Hay que aprender a dedicarle el tiempo justo.