El azúcar es uno de los peores enemigos de la dieta moderna. Está presente no solo en los alimentos más obvios, como dulces y golosinas, sino en todo tipo de alimentos procesados que usamos para cocinar y consumimos en nuestro día a día. Solo tenemos que fijarnos en las etiquetas de los productos envasados, para comprobar la cantidad de azúcares añadidos que contiene, a veces sorprendentemente, cada producto.
El alcohol, el tomate frito, el ketchup, los zumos de frutas, los yogures 0% o el pan de molde, son algunos de los productos que más azúcares contienen en su composición y que probablemente pasen desapercibidos para mucha gente.
El consumo excesivo de azúcar está relacionado con problemas graves como la diabetes de tipo 2, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer en el aparato digestivo. Asimismo, tiene relación directa con los brotes de acné, las caries y se transforma en una adicción a nivel cerebral.
Si realmente te planteas reducir el consumo de azúcar en casa, te damos algunas claves para evitar y sustituir los alimentos que lo contienen y así conseguir una dieta más sana para prevenir enfermedades:
– Mantén tus niveles de glucosa en sangre: a lo largo del día, es recomendable realizar cinco comidas que garanticen los niveles de azúcar en sangre necesarios, que eviten a su vez los ataques de hambre que sentimos el impulso de satisfacer con alimentos dulces. Las frutas son ideales para almuerzos y meriendas entre horas.
– Lee las etiquetas de los envasados: cualquier lata, conserva en cristal, bebida o preparado lácteo es susceptible de contener sorprendentes cantidades de azúcar que pretenden satisfacer nuestro paladar. A veces solo con comparara las etiquetas logramos dar con productos cuyos niveles de azúcar son mucho menores.
– Productos sin azúcares añadidos: muchas recetas tradicionales, como la del tomate frito o otras salsas se elaboran añadiendo azúcar para reducir la acidez. Sin embargo, en grandes superficies encontrarás opciones sin azúcares añadidos mucho más saludables y a cuyo sabor te acostumbrarás rápidamente.
– No compres dulces: comprar golosinas, postres, repostería, galletas y helados y no comer azúcar es incompatible. La mejor forma de no caer en estas tentaciones es no añadir a nuestro carro de la compra este tipo de productos con alto contenido en azúcar.
– Bebidas calientes con miel: endulza tés, cafés, infusiones y demás bebidas calientes con miel pura, mucho más sana, ya que aporta nutrientes naturales.
– En lugar de edulcorante, stevia: si sueles usar edulcorante en postres y bebidas, puedes sustituirlo por stevia, un endulzante obtenido de una planta que es beneficioso para la salud. Pero lee atentamente las etiquetas, ya que algunos edulcorantes a base de esta planta contienen niveles ridículos de la misma, que se compensan con otros azúcares alcoholes presentes en el edulcorante de toda la vida.
– Sustituye los procesados: evita consumir zumos y batidos envasados, refrescos y preparados que tú mismo puedes hacer en casa sin necesidad de añadir azúcar.
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