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Trucos y consejos para dormir bien

09/11/2014

Cualquier adulto sabe que para rendir sin problemas durante el día el cuerpo necesita entre 6 y 8 horas de descanso por las noches. A la hora de dormir, la teoría es sencilla, pero a veces ponerla en práctica cuesta más de lo que podríamos imaginar. Factores como las preocupaciones, una mala digestión, el cambio de horarios o la temperatura pueden alterar nuestro descanso nocturno e incluso impedir que podamos conciliar el sueño.

VER TAMBIÉN: Consejos para enfrentarse al insomnio

Adquirir una serie hábitos y seguir unas pautas sencillas nos ayudará a dormirnos cada noche sin esfuerzo y de forma ininterrumpida:

Cena poco: las cenas copiosas te impedirán conciliar el sueño normalmente. El metabolismo se ralentiza por las noches, así que si forzamos una digestión pesada notaremos las consecuencias a la hora de acostarnos. Las ensaladas, las frutas, las tortillas ligeras o los sandwiches son opciones que te permitirán dormir a pierna suelta.

Cena pronto: aunque cenes ligero, si lo haces justo antes de acostarte puede que te cueste más dormirte o te despiertes al rato por culpa de la digestión. Trata de no comer nada una hora y media antes de ir a la cama.

Evita el alcohol: si normalmente tienes dificultades para conciliar el sueño, el alcohol no hará más que agravar ese problema.

No tomes café: evita tomar café desde la tarde para que no te provoque insomnio. Y si sufres problemas de insomnio habitualmente, prescinde del café durante todo el día.

Haz ejercicio: el ejercicio moderado te ayudará a conciliar el sueño, siempre que no lo practiques justo antes de acostarte. En este caso, es probable que te cueste dormirte hasta que tu cuerpo se relaje.

Sin televisión, sin ordenador: si jugamos con el ordenador o vemos la tele en la cama difícilmente nos relajaremos y conciliaremos el sueño, puesto que estaremos estimulando nuestro cerebro. Antes de acostarnos, es mejor seguir un ritual que favorezca el clima de relax. Como darnos un baño, leer unas páginas de un libro o charlar de forma distendida.

Ni frío ni calor: nuestro sueño también puede verse alterado por un exceso de frío o calor durante la noche. Para conseguir el clima ideal, hay que tener en cuenta que la temperatura corporal desciende ligeramente cuando dormimos y compensar la ropa de cama con la ropa que usemos para dormir.

Ropa cómoda: a la hora de acostarte usa ropa que no te moleste, ni por su tejido, ni porque te apriete o se pierda ente las sábanas con el movimiento.

Mantén un horario: procura seguir los mismos horarios para acostarte y levantarte, así tu cuerpo creará un ciclo de descanso natural. Evita las siestas si por lo general te cuesta conciliar el sueño.

Aplaza las preocupaciones: si el trabajo y las responsabilidades se te vienen a la mente a la hora de acostarte, trata de pensar “mañana me ocuparé de eso” para “desconectar” el cerebro. Si es preciso, di esta frase en voz alta.

 

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