Tras las navidades, y especialmente si tu casa ha sido testigo de alguna comida o cena familiar, es muy posible que algunos de tus mejores manteles se las hayan visto con copas de vino derramadas, salpicaduras de salsa, sopas que rebosan el plato y trozos de dulces que se se derriten durante la sobremesa. Aunque los anuncios de muchos productos de limpieza nos prometan que esas manchas difíciles se irán de un plumazo tras el paso de nuestro mantel por la lavadora, lo más probable es que al sacarlo del tambor nos encontremos con manchas que siguen siendo muy visibles.
Aquí te explicamos paso a paso cómo tratar y eliminar cada tipo de mancha de forma que tu mantel vuelva a quedar impoluto.
1. Tratar la mancha al momento
Si tienes tiempo y ganas de actuar en cuanto la mancha se haya producido, trátala directamente sobre el mantel. Te ahorrarás tener que volver a lavarlo o tratarlo tras la primera lavadora. En el caso de manchas de grasa (salsas con base de aceite o alimentos grasos) lo mejor que puedes hacer es cubrir la mancha con polvos de talco inmediatamente y dejar que se seque. Después solo tendrás que retirar los polvos con un cepillo y será mucho más fácil eliminar la mancha en la lavadora.
En el caso de manchas de vino tinto, se recomienda cubrirlas con sal común que absorba el exceso de líquido y dejar secar. Después, bastará con lavar en un programa de agua caliente (tanto como el tejido admita).
Para las manchas de chocolate que acaben de derramarse o derretirse sobre el mantel nunca frotes, ya que solo lograrás extenderlas más. Recoge los restos con una cuchara (para no deteriorar el tejido) y, si la mancha tiene grasa, aplica polvos de talco sobre la zona. Si no, remoja la mancha con agua con detergente de lavar platos y un paño limpio. Después, trata la mancha para meterla a la lavadora.
Para las manchas de café, simplemente remoja la zona con una mezcla de agua tibia y jabón lavavajillas y deja que repose. Esta solución debería ser suficiente para que la mancha no se fijase y saliese sin problemas con el lavado a máquina.
En el caso de las manchas de fruta, tienes varias opciones: si son de frutos rojos (fresas, moras, cerezas, frambuesas, etc.), aplica un poco de zumo de limón sobre la mancha, deja que actúe unos minutos y aclara bien antes de meter el mantel en la lavadora. Para el resto de frutas bastará con retirar los restos sólidos con una cuchara, secar con una servilleta de papel y aplicar un poco de glicerina sobre la zona para frotar. Después, hay que aclarar con abundante agua. También puedes probar con una mezcla de agua con jabón lavavajillas para pretratar las manchas difíciles de fruta del mantel.
Si lo que se ha derramado sobre tu mantel es la cera de una vela, consulta esta entrada sobre cómo eliminar manchas de cera de un mantel.
2. Tratar manchas secas sobre el mantel
Si te dispones a tratar las manchas del mantel cuando ya lo has retirado de la mesa, seguramente estarán secas. En lugar de meter el mantel con las manchas difíciles directamente a la lavadora, trata cada mancha individualmente para evitar que el mantel tenga que pasar sucesivas veces por la lavadora.
Si ya has tratado las manchas difíciles cuando el mantel aún estaba sobre la mesa y se han atenuado bastante puedes probar a meter el mantel directamente en el tambor. Pero, para asegurarte, puedes tratar cada mancha con oxígeno activo. Prepara una mezcla de agua con la cantidad indicada por el fabricante y deja que se diluya bien durante unos minutos. Después, aplica la solución sobre cada mancha de forma que se quede empapada y deja reposar durante no más de 10 minutos. Seguidamente, enjuaga el mantel con agua y mételo a la lavadora.
La mayoría de las manchas responden también al jabón neutro si las tratamos con antelación a la lavadora. Prepara una solución de agua con jabón lavaplatos y, cuando hayas conseguido espuma, frota suavemente cada mancha para que quede bien impregnada. Deja reposar unos minutos y después aclara bien el mantel. La lavadora acabará con los restos de cada mancha.
Para eliminar las manchas difíciles en un mantel blanco también puedes usar lejía, dejándolo a remojo antes de meterlo en la lavadora.
3. Lavar las manchas difíciles en la lavadora
Lo primero que debes hacer es consultar la etiqueta del fabricante para comprobar a qué temperatura máxima puedes lavar el tejido. Para la mayor parte de las manchas, cuanto mayor sea la temperatura, más fácil será erradicarlas. Pero no todos los tejidos admiten lavados a un temperatura de 60º o más.
Añade un cacito de oxígeno activo sobre el detergente en el cajetín y programa el mantel a la temperatura más alta posible. Si quieres, también puedes aplicar un poco de detergente sobre cada mancha de forma que se quede bien impregnada para que se lave mejor.
Si el mantel es blanco, la lejía será sin duda la solución más eficaz. También puedes emplear perborato con el mismo fin.
4. Manchas difíciles que no han salido en la lavadora
No te desesperes si las manchas de tu mantel no han salido en el primer lavado, es algo muy común, sobre todo si el tejido es de color y no se puede lavar a máxima temperatura. En ese caso, te recomendamos que vuelvas a tratar con oxígeno activo cada mancha siendo muy escrupuloso con el proceso y el tiempo (cuidado, porque si te pasas, puede llegar a comerse los colores). Lava de nuevo a la máxima temperatura posible añadiendo un cacito de oxígeno activo sobre el detergente.
Si lo prefieres lava a mano cada zona con detergente y después trata las manchas de nuevo con oxígeno activo para dejarlas reposar, aclarar y proceder al segundo lavado.
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