La infección por anisakis o anisakiasis viene producida por el consumo de pescado crudo, poco cocinado, ahumado o en salazón que está afectado por este parásito que reside en las vísceras de los peces. Cuando se ingiere un pescado contaminado con anisakis, las larvas penetran y se instalan en la mucosa gástrica o intestinal, lo que puede provocar desde molestias leves a intoxicaciones graves acompañadas por dolor abdominal, vómitos y náuseas.
Es habitual que la infección venga de un tratamiento insuficiente del pescado para eliminar las larvas del parásito: escabechado, poco cocinado, ligeramente salado, preparado en “sushi”, “sashimi”, ceviche, etc. Las especies donde es más frecuente encontrar la larva son el boquerón, la sardina, el bacalao, la merluza, el salmón, el bonito, la caballa o el calamar.
¿Qué podemos hacer para evitar la intoxicación por anisakis? Te ofrecemos estas recomendaciones para evitarlo:
- Congelar siempre el pescado que adquirimos para consumo doméstico a -20º durante al menos 48 horas. Si la temperatura de nuestro congelador es mayor, deberemos congelar el pescado durante una semana para asegurarnos de eliminar cualquier riesgo. Si el pescado procede de piscifactoría o río no es necesario congelarlo.
- Adquirir los pescados de mediano y gran tamaño sin vísceras. Si no fuera posible, retirarlas en casa lo antes posible, lavando cuidadosamente la cavidad abdominal del pescado, examinando con cuidado para eliminar, si es necesario, la parte de la ventresca (donde se acumulan las larvas). A continuación, hay que congelar o cocinar el pescado de inmediato.
- Evitar el consumo en casa de pescados y cefalópodos (familia del calamar y el pulpo) crudos, ahumados en frío, en vinagre, marinados, preparados en sushi o ceviche. Estas formas de preparación no garantizan la eliminación del parásito, salvo que las piezas hayan sido previamente congelados. Siempre que se vayan a consumir fuera de casa, conviene preguntar si han sido previamente congelados.
- Adquirir solo pescado fresco, teniendo en cuenta los signos visibles que lo caracterizan (ojos, piel y branquias), para así escoger las piezas que hayan sido capturadas más recientemente (habrán tenido menos tiempo para que las larvas se instalen). Una vez en casa, conviene congelarlo al menos 48 horas.
- Cocinar correctamente las piezas de pescado y calamares, manteniendo la temperatura y tiempo suficientes para que queden bien hechas. Cuando las piezas son gruesas, debemos cerciorarnos de que la espina se despega con facilidad de la carne y que esta tiene un tono opaco, no traslúcido. En este sentido, resulta más seguro freír o cocer el pescado que pasar por la plancha o el microondas. En el caso del horno, conviene dar un par de vueltas a la pieza para garantizar que se hace bien por ambos lados.
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