La llegada del verano no solo trae vivencias positivas a nuestra rutina diaria como los días de playa, el ocio al aire libre o las vacaciones. También implica días de temperaturas sofocantes y noches calurosas en las que resulta difícil conciliar el sueño. Es en esos días en los que el calor aprieta cuando hay que ser especialmente precavidos para evitar sensaciones de malestar o incluso golpes de calor, poniendo especial atención a los más vulnerables: niños y personas mayores.
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Sigue estos consejos para soportar más fácilmente las altas temperaturas este verano:
- Lleva agua siempre encima: hidratarse es esencial para soportar el calor en los días más sofocantes. Sustituye el alcohol por el agua en las comidas y lleva una botella siempre contigo para estar todo el día hidratado. Si vas con niños o ancianos, también deberán llevar su propia botella o biberón de agua para recurrir a ella con frecuencia.
- Haz comidas ligeras: evita las grasas excesivas o las comilonas en los días de temperaturas especialmente altas. No harán más que aumentar la temperatura de tu cuerpo y hacer más pesada la digestión, lo que supone una mala combinación con el calor sofocante de mediodía. Para las cenas también convienen platos ligeros como ensaladas y frutas, ya que nos permitirán conciliar el sueño con más facilidad.
- Come fruta entre horas: te proporcionarán hidratación y te permitirán recuperar las sales minerales que pierdes al sudar.
- Ropa en tonos claros: cuanto más oscuros sean los colores de tu atuendo, más calor pasarás. Además, trata de escoger prendas ligeras con tejidos que transpiren para los días más calurosos.
- Proteger la cabeza: las gorras y sombreros deben ser nuestro gran aliado en los días de sol y calor sofocante. Primero, porque reducirán la temperatura de nuestro cuerpo y, segundo, porque evitarán que nos quememos el cuero cabelludo.
- Usa protector solar: en general para todo el verano es recomendable usar hidratante de rostro con filtro solar. Si además vas a exponer otras partes de tu cuerpo como hombros, cuello o piernas, protégelas antes de salir de casa con un buen factor solar.
- Ejercicio, solo en las primeras o últimas horas del día. Practicar deportes en las horas de más sol puede traer consecuencias nefastas. Lo mismo sucede con los trabajos que se realizan al aire libre. Nada de cortar el césped o limpiar la piscina en las horas de más sol.
- Paseos al final del día: espera a que caiga el sol para salir a dar largos paseos y evítalos los días en los que no corra el viento.
- Favorece la ventilación: trata de estar en espacios ventilados y evita los lugares sofocantes. No te quedes dentro de un coche bajo el sol ni dejes a niños, mayores o mascotas en su interior, por poco que sea el tiempo que te vas a ausentar.
- Acondiciona tu casa: juega con toldos, persianas y estores para impedir que el sol impacte directamente en las estancias en las horas de mayor temperatura. Si el aire es caliente, cierra puertas y ventanas hasta que caiga el sol y, entonces, aprovecha para ventilar toda la casa.
Para dormir bien
Duerme siempre con las ventanas abiertas y, si es necesario, coloca ventiladores en la habitación. Date una ducha antes de acostarte para mantener regulada la temperatura del cuerpo hasta que te acuestes. Recuerda que si te duchas con agua caliente, la sensación de frescor será mayor al salir de la ducha. Si vives en una casa de varios pisos, escoge las estancias más bajas para las noches de más calor, ya que suelen estar mejor refrigeradas. Si notas que te cuesta conciliar el sueño, trata de no moverte demasiado en la cama, puesto que eso dará lugar a que tu cuerpo genere más calor.
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