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Ocho errores que no sabes que cometes al lavarte los dientes

07/10/2015
Ocho errores que cometes al lavarte los dientes

Desde niños nos han inculcado la importancia de lavarnos los dientes después de cada comida para evitar la aparición de las caries en las piezas bucales, especialmente antes de acostarnos. Probablemente la mayoría de las personas adultas creen que su higiene bucal y, en concreto, su método de cepillado, son correctos. Es posible que eso mismo estés pensado sobre ti. Pero puede que te lleves una sorpresa al repasar esta lista de errores comunes que seguro cometes al lavarte los dientes:

Realizar un cepillado demasiado breve: no vale con sentir el frescor de la pasta de dientes en la boca. Los cepillados de 20 segundos suponen una limpieza demasiado superficial que lo único que consigue es trasladar los restos de comida de un lugar a otro. El tiempo mínimo para lavarse los dientes debe oscilar entre dos y tres minutos.

Frotar los dientes con movimientos horizontales: los expertos indican que para una correcta eliminación de la placa bacteriana debemos efectuar con el cepillo un movimiento de barrido desde la encía hasta el borde del diente. El frotamiento horizontal sí se emplea para limpiar las encías, como indicamos a continuación.

No limpiar las encías: según los odontólogos, es una de las partes esenciales durante el cepillado. Para su correcta higiene, además de usar el hilo dental o los cepillos interdentales debemos colocar el cepillo en ángulo de 45º en dirección a la encía y frotar con suavidad en movimientos horizontales de vaivén.

No limpiar la lengua: la tarea de lavarte los dientes debe incluir también el repaso por la lengua, donde se acumulan restos de comida que pueden dar lugar a bacterias que causan mal olor. Para limpiar la lengua debes pasar el cepillo con un movimiento de barrido desde el fondo hasta el exterior y repetir hasta abarcar toda la superficie. También puedes emplear herramientas específicas para limpiar la lengua.

Olvidar la cara interior de los dientes: muchas caries comienzan por esta parte menos visible de los dientes y cuya limpieza requiere algo más de esfuerzo. Debemos limpiar la cara interna de nuestros dientes al igual que la externa, con movimientos verticales de barrido que arrastren la suciedad.

No seguir una secuencia fija: si al lavarte los dientes no sigues siempre el mismo orden lo más probable es que olvides piezas o zonas, que quedarán a merced de la placa bacteriana. Los expertos recomiendan dividir la boca en cuatro secciones, dos superiores y dos inferiores, y llevar siempre el mismo orden, de arriba a abajo y de afuera hacia adentro.

Prolongar demasiado la vida del cepillo de dientes: seguro que en más de una ocasión te has percatado de que tienes que cambiar tu cepillo de dientes cuando de sobra han pasado más de 2 ó 3 meses. Ese es el tiempo máximo de vida útil de un cepillo de dientes que usamos a diario.

Usar demasiada pasta de dientes: al contrario de los que se nos inculca a través de la publicidad, con la cantidad equivalente a un guisante es más que suficiente para lavarse los dientes en profundidad. Una cantidad mayor supondrá un derroche innecesario de pasta, puesto que la limpieza depende más de los movimientos que hagamos con el cepillo que de la crema dental. No obstante, los odontólogos recomiendan de forma unánime elegir siempre pastas de dientes con flúor, ya que protegen mejor el esmalte de las caries y hacen que las piezas dentales sean menos vulnerables.

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