Es algo que solemos ver con frecuencia en las películas pero que, a la hora de aplicar en la educación de los hijos no resulta tan fácil. Mantener la pareja unida ante los hijos, tomando las decisiones referentes a su educación como si se tratase de uno, es una cuestión que requiere gran fuerza de voluntad y disciplina y que beneficia a la convivencia en familia. La clave es que los niños no perciban problemas de comunicación entre el padre y la madre, diferencia de exigencias o desigualdad en el trato. Por eso, es fundamental recordar las claves para que la pareja se muestre unida ante cualquier problema.
Papá y mamá son uno
Está claro que el amor llega por cuestiones como la complicidad, la compatibilidad y la buena sintonía, así que hay que demostrárselo al niño para ganar respeto. Por ello es importante tomar decisiones en conjunto, contando con la opinión del otro y, en caso de que no sea posible, apoyar la decisión ya tomada. También resulta esencial que los niños vean por sí mismos la unión entre sus padres, por lo que es positivo que de vez en cuando estos compartan una cita a solas, vayan a ver una película y se dediquen tiempo a sí mismos como pareja.
Mantener la comunicación
Resulta esencial que ambas figuras sepan en todo momento qué hace el otro para mantener la organización y complementarse a la perfección. Preparar de antemano un reparto de tareas y de planes para el día, que incluya las actividades y necesidades de los niños, nos ayudará a no titubear ante estos si se proponen salirse con la suya. Es lo que debe suceder con la alimentación: los padres deben estar al corriente del «menú» para ese día para evitar que el niño negocie con la comida o la cena con alguno de los padres.
Ser consecuente
Si ambos padres han puesto en común las directrices sobre las que se basa la educación del niño es muy importante seguirlas con rigor. El tipo de alimentos que no puede tomar, el tiempo destinado a la televisión o a la consola, la ropa que se puede comprar, la hora de acostarse, las tareas domésticas que debe desempeñar…etc. Si por cualquier razón la pareja no está de acuerdo en cualquier tema, es importante que lo resuelva sin la presencia del pequeño, para que este no lo perciba como debilidad e intente explotarlo.
Poli bueno/poli malo
Normalmente, uno de los miembros de la pareja tiende a ser más estricto que otro. Esto no tiene por qué ser negativo, siempre que ambos impongan los mismos límites al niño. Se trata de aprovechar el poder de los dos con coherencia y que uno trate de comprender y aceptar el punto de vista del otro. Lo más importante, que ambos sepan en todo momento lo que cada uno le ha dicho al niño para no caer en incoherencias que confundan al pequeño y le hagan determinar que uno de sus padres es más vulnerable.
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